Íngrit Valencia superó el primer listón. Este viernes, en los 51 kilos del boxeo, la caucana venció en su debut olímpico a la africana Judith Mbougnade por nocáut técnico en el tercer asalto, una victoria que la hace soñar con una medalla en Río de Janeiro.
Contundente, así fue la pelea de Valencia, porque tiró y tiró golpes que le hibieron daño a una inexperta Mbougnade, que llegó a los Juegos por una tarjeta de invitación.
“Era mi primer combate, la verdad no conocía a mi rival, nunca había escuchado a hablar de ella, salí a hacer lo que mis entrenadores me dijeron y esperemos que la próxima pelea también se dé así”, señaló Valencia.
De 26 años, Íngrit salió en busca de su rival, a la que el juez le hizo conteo en dos ocasiones.
“La idea era tirar los rectos para cogerla plena en la cara, eran muy visibles los golpes, por eso el juez intervino, eso me funcionó y siempre seguí ese camino. Lo importante fue que sentí el ring, era la expectativa, estaba ansiosa por pelear”, señaló la pugilista colombiana.
Para el DT Raúl Ortiz lo importante fue que su pupila pasó el primer examen y que se vio fuerte y tranquila.
“Siempre el debut no es fácil, pero vi a Íngrit metida en el combate, eso me deja tranquilo”, señaló el ibaguereño.
Ahora, Valencia tendrá un duro reto, enfrentar el próximo martes a la tailandesa Pamwilai Laopeam, quien la venció en la semifinal del Mundial de Kasajistán, el año pasado. Si la colombiana gana asegurará una medalla.
“Espero que esta vez sea la revancha. Creo que en esa ocasión no perdí el combate, los jueces vieron otra cosa, pero los Olímpicos son una buena opción para demostrar que estoy bien y le puedo ganar”, afirmó Valencia.
LISANDRO RENGIFO
Enviado especial EL TIEMPO
En Twitter: @LisandroAbel