La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) mantuvo este jueves la suspensión de Rusia, dejando planear la amenaza de una posible exclusión de ese país de los Juegos de Invierno de Pyeongchang en febrero.
Reunido en Seúl, el consejo de fundación de la AMA se pronunció en base a una recomendación del comité ejecutivo, según el cual la institución rusa antidopaje, RUSADA, "no debería ser reintegrada".
La decisión era muy esperada tras la negativa rusa a admitir que había orquestado un sistema estatal e institucional de dopaje entre 2011 y 2015, como lo aseguró un explosivo informe elaborado para la AMA por el jurista canadiense Richard McLaren.
La decisión no es un buen augurio para Rusia, ya que el Comité Olímpico Internacional (COI), que estaba a la espera de los resultados de estos trabajos, decidirá el mes próximo en Lausana, Suiza, si los atletas rusos podrán participar en febrero en Pyeongchang.
En espera de su fallo de diciembre, el COI ha pronunciado las primeras sanciones en relación a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi-2014: seis fondistas rusos han sido suspendidos de por vida y se han retirado cinco de las 33 medallas que los atletas rusos ganaron en esa competición.
El presidente de la agencia Craig Reedie ya había advertido a Moscú: "Las autoridades rusas deben reconocer públicamente lo que ocurrió, con el fin de que se pueda reconstruir la confianza del público en el deporte ruso".
Con Sochi como epicentro del escándalo, Rusia ya fue privada de participar en las pruebas de atletismo en los Juegos de Rio-2016 y en el Mundial de Londres-2017.
Una exclusión de Pyeongchang supondría una "humillación" y haría "mucho daño al movimiento olímpico" ha advertido el presidente ruso Vladimir Putin.