Colombia volvió a entregar en Barranquilla un partido sin mayores diferencias con respecto al equipo que terminó el 2016: poca asociación, escasas opciones de gol de los delanteros, un James impreciso y ansioso y tres puntos que tapan las carencias de un equipo espeso, lento, sin sorpresa y sin gol.
Así jugaron los colombianos:
David Ospina. Ha debido ser una linda tarde para él, en césped nuevo, con brisa fresca y sin apenas tocar la pelota. (6)
Juan Cuadrado. Injustamente sacrificado de lateral derecho y luego confuso por la izquierda. Cuando tuvo espacio quiso desequilibrar, pero no brilló, atrapado en el esquema. Provocó el penalti. (5)
Cristian Zapata. Recuperó su puesto de defensor central y fue lo más importante que le pasó en el Metropolitano. No tuvo mayor exigencia. (6)
Yerry Mina. De nuevo importante pasando al ataque en el juego aéreo. Luchó por el gol porque en marca Bolivia le dio libertad total, ni lo apuró. (6)
Pablo Armero. Sorprendente regreso a la Selección con pases precisos, apoyo en ataque al inicio y desborde hasta donde pudo. Le falta en lo físico, pero puede recuperar su puesto. (6)
Mateus Uribe. Intrascendente. Aunque hay que decir en su defensa que fue sacrificado por la disposición táctica y no logró asociarse sino una vez para ir al ataque. (5)
Carlos Sánchez. Preciso, como siempre que lo dejan jugar en su puesto de volante central. Recuperó y entregó con acierto. (6)
Macnelly Torres. Quedó en deuda. Se esperaba su pase profundo, sorprendente, su asociación con James, su remate de media distancia. Un par de ‘rematicos’, golondrina que no hace verano. (4)
Luis Muriel. Era el mejor de Colombia hasta que salió por lesión. Buscó el área, el pase con James, la salida para un equipo bloqueado y estático. Grave su pérdida para Quito. (6)
Carlos Bacca. Otro día en el purgatorio. Intentó, porque él siempre trata, pero de nuevo no apareció con claridad y la que tuvo se la atajó Lampe. Luce falto de confianza y aparatoso. A buscar revancha en Quito. (4)
James Rodríguez. Si no es por el gol, habría pasado inédito en Barranquilla. Se nota su falta de competencia, no le alcanza con el corazón que pone y se ve impreciso. Pero el amor propio para pescar el rebote en el penalti le salvaron la tarde. (6)
Quiñones (ingresó por Muriel 32). Un par de salidas, algo de velocidad en la banda, no mucho más. Terminó metido en el espeso juego del equipo y no encontró vías de escape. (5)
Duván Zapata (por Uribe 18 ST). Mientras jugó con Bacca tuvo que salir de su espacio natural –el área- y ahí se perdió. Salió el 7 y se sintió más cómodo, pero no tuvo pase para inquietar. (5)
Edwin Cardona por Bacca (29 ST). Cardona no tuvo ni tiempo para apoyar ni precisión en la que le quedó. Se ve pesado, es innegable. (Sin calificación)
JENNY GÁMEZ
Editora de Futbolred