Minuto 95. Un horror de la defensa colombiana le permitió a Leonardo Campana, el goleador del Suramericano Sub-20, anotar el gol del triunfo de Ecuador frente a una Selección Colombia en la que el gol, realmente, no existe. En siete partidos lleva dos tantos. Y es cierto, le hacen pocos goles, pero cuando se los marcan, no hay cómo revertirlos. Por eso, el equipo es último en el hexagonal final, tras perder 1-0 con Ecuador, este lunes, en Rancagua.
Colombia no tiene cómo meterla, a pesar de que el técnico Arturo Reyes le ha apostado a todas las fórmulas posibles con lo que tiene. Que no es mucho. Le apuntó a un esquema diferente, con la idea de liberar a los atacantes de la responsabilidad de marca y recuperar la seguridad defensiva que se perdió en el partido con Argentina. Para ello, metió tres volantes de marca (Andrés Balanta, Jaime Alvarado y Kliver Moreno), soltó a Iván Angulo y Yeison Toloza y mandó arriba a Jáder Valencia. Pero ni el equipo se sintió cómodo, ni salió bien al ataque, ni pasó de la mitad de la cancha en los primeros 15 minutos.
Luego de ese comienzo, Colombia se sacudió un poco pero sin crear opciones, más allá de un cabezazo desviado de Toloza. Eso sí, se vio un poco mejor cuando Reyes decidió desbaratar esa línea de tres volantes para tratar de darles ayuda a los de arriba, con la salida de Moreno y la entrada de Johan Carbonero.
En la segunda etapa, el juego ganó en intensidad, se volvió emocionante para la tribuna, pero los dos equipos se mostraron imprecisos, incapaces de romper las defensas rivales. Parecía una epidemia: apenas alguno de los dos equipos se acercaba al área rival, aparecía un error, un mal pase, una mala elección, una decisión individualista.
Reyes trataba de mover la nómina, pero sin éxito: metió a José Enamorado por Tolosa y luego cambió delantero por delantero, con la entrada de Rivaldo Correa, que entrba en blanco, por Valencia, que sigue en blanco. Es lo que hay...
Colombia vino a hacer su primer tiro directo con peligro al arco en el minuto 77, en un anticipo de José Enamorado, tras un cobro de tiro de esquina de Carbonero, que controló en dos tiempos el portero Wellington Ramírez. Y en el segundo minuto de reposición, casi termina metiéndola de autogol, como contra Chile, en el cierre de la primera fase. Pareciera la única fórmula.
Colombia contó con la fortuna de que Leonardo Campana, el 9 de Ecuador, resolvió muy mal en un contragolpe al quedar frente a frente con el portero Mier y resolver con un tiro muy suave. Pero la estocada estaba cerca, y llegó en el minuto 95, otra vez, con un remate de Campana, tras una gran jugada de Gonzalo Plata.
Con un puntos en tres partidos, a Colombia se le acabó el margen de error. Es penúltimo, solo por encima de Brasil, que este lunes perdió 3-2 con Uruguay. Increíblemente, aún depende de sí misma, gracias a la sorpresiva derrota de Venezuela contra Argentina (3-0). Solo le queda ganar los dos juegos que le quedan, contra Venezuela, el jueves, y Uruguay, el domingo, si aún aspira a clasificar al Mundial de Polonia. Pero sin hacer goles es muy complicado.
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