La Federación Colombiana de Fútbol y varios de sus 'zares', entre ellos los poderosos Ramón Jesurún y Álvaro González, fueron condenados administrativamente este lunes por la Superintendencia de Industria y Comercio, por el escándalo de la reventa de boletas para las eliminatorias al Mundial de Rusia del 2018.
El entorno del fútbol no ha estado ajeno a las polémicas de diferente tipo. Acusaciones, desmentidos, peleas internas, investigaciones y frases controvertidas.
La más delicada, sin duda, es la de Luis Bedoya, el expresidente de la Federación, y quien en la actualidad se encuentra en proceso en Estados Unidos en el escándalo del Fifagate.
(Le puede interesar: Estos son los dirigentes del fútbol implicados en reventa de boletas)
Bedoya es acusado de ser uno de los dirigentes que recibieron sobornos entre el 2007 y el 2015, algo que confesó a las autoridades estadounidenses.
Luis Bedoya está en espera de conocer su sentencia, la cual fue aplazada el pasado mes de junio para el mes de octubre.
Jorge Perdomo tuvo varias polémicas como dirigente de la Federación, antes de su salida de la presidencia de la Dimayor. Por ejemplo, libró una pelea constante con el presidente de la División del Fútbol Aficionado (Difutbol), Álvaro González Alzate, al que en 2018 señaló de haber recibido dinero de la Conmebol por asesorías no permitidas.
González respondió a esas acusaciones argumentó que Perdomo había fallado en varios episodios en su administración en la Dimayor, básicamente con el fútbol aficionado: primero por el manejo del fútbol femenino "a espalda de los dirigentes", luego por el "contrato firmado por Perdomo con Bavaria para manejar fútbol aficionado con el Ponyfútbol", y después por el manejo al tema de la convocatoria del Bayern Múnich en Colombia, que generó una controversia con la Difútbol.
Perdomo, además, fue destituido de la Dimayor en 2018: 20 de 36 clubes votaron a favor de su salida. Según algunas fuentes consultadas por EL TIEMPO en ese momento, había un malestar generalizado por los informes de gastos de la Dimayor, en los que se habría evidenciado un “despilfarro” y muchas irregularidades, como pagos a “asesorías” y “una nómina desbordada”. Y además, fue el gestor intelectual de crear un canal Premium para transmitir los partidos de la Liga.
En cuanto a González Alzate, se trata de un peso pesado del fútbol colombiano. Es el dirigente más antiguo de los que tienen asiento en el Comité Ejecutivo de la Federación. Está a la cabeza de la Difútbol desde marzo de 1993, cuando reemplazó a Saúl Velásquez. Desde entonces, pero especialmente en los últimos 20 años, ha sido el poder detrás del poder. Ha sorteado todo tipo de polémicas.
Una de las recientes controversias que enfrentó fue la denuncia por supuesto acoso laboral que hizo en 2019 la árbitra colombiana Carolina Falla, tema que llegó hasta la Defensoría del Pueblo.
"Basta ya. Procederé a iniciar las denuncias penales correspondientes por difamación, injuria y calumnias ante la autoridad competente contra todos los responsables de esta nueva infamias", afirmó en ese momento el dirigente.
En 2019 también fue acusado por supuestos manejos "discriminatorios" con el fútbol femenino, luego de que se conocieran unos audios del dirigente, acusado por algunas jugadoras.
Alzate también fue acusado de recibir sobornos de la Conmebol, pero después el propio ente del fútbol suramericano aclaró, ante pedido de Perdomo, que no había acciones sospechosas de parte del dirigente, quien recibió honorarios por funciones desempeñadas.
González es recordado también por sus polémicas declaraciones, como cuando estalló el escándalo que terminó en la renuncia de Hernán Darío Gómez a la Selección, en 2011, tras agredir a una mujer, y él lo defendió: “Si Piedad Córdoba fuera agredida por un hombre, estaría todo el mundo aplaudiendo”, dijo en esa ocasión.
(Lea además: SIC sanciona a FCF y directivos por reventa de boletas de eliminatoria)
Mucho antes, González se defendió de las graves acusaciones que le hicieron de haber tenido algún tipo de nexo con el extinto cartel de Cali. Sin embargo, en 2010, Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del confeso narcotraficante Gilberto Rodríguez Orejuela, negó bajo juramento, ante la Fiscalía, esas acusaciones, que hizo en 2007.
DEPORTES
