Reinaldo Rueda vuelve otra vez a dirigir la Selección Colombia con casco, impermeable y extinguidor, como cuando llegó en el 2004 a apagar un incendio. Esa vez, el bombero extinguió el fuego, rescató al equipo de entre las cenizas, pero no logró que sobreviviera: quedó eliminado, por poco, pero eliminado.
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¿De qué tamaño es el incendio? El camerino se prendió en el 0-3 contra Uruguay, en Barranquilla, y ardió en Quitó con la insólita, grosera y humillante goleada 6-1 contra Ecuador.
El siniestro hizo desplomar todo, así el dueño del edificio, Ramón Jesurún, presidente de la Federación de Fútbol, repita que en el vestuario no se prendió ni un fósforo y que está intacto.
Carlos Queiroz, el entrenador portugués, le echó gasolina al equipo con sus varios cambios tempranos en esos dos juegos, con los que los jugadores se sintieron señalados y culpabilizados públicamente y se recriminaron entre ellos y se enfrentaron con el entrenador. Con la chispa de la piedra que tenían los jugadores, el camerino agarró candela y se consumió la Selección. Así, quemaron al técnico Queiroz en una fogata en la que ellos también se chamuscaron.
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Este martes, Reinaldo Rueda, el jefe del cuerpo de bomberos –perdón, del nuevo cuerpo técnico–, será presentado y dará una rueda de prensa en teleconferencia en la que contará, seguramente, si ya apretó el extinguidor en charlas con los futbolistas.
Rueda tiene dos meses para rescatar el equipo, enfrentar a Brasil y Paraguay e intentar apagar la crisis en la tabla de las eliminatorias de Catar 2022. ¿De qué tamaño es el incendio? Colombia tiene dos puntos menos de los que debería tener en la cuenta mínima en la carrera de la clasificación (la derrota contra Uruguay en casa) y una muy mala diferencia de gol de menos cinco.
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Rueda tiene que ser práctico y armar un equipo que dé resultados. Los directivos, que salieron de Queiroz como se los pedía el país entero, lo traen porque con fían en que como colombiano pueda lidiar con futbolistas colombianos y con la esperanza de que no va vaya a tratar de inventar el agua tibia o redescubrir la rueda.
Lo traen para apagar el incendio y no para refundar la ‘identidad ‘ del fútbol colombiano o para reestructurar las selecciones de menores. Nada de eso.
Ese cuento de la ‘identidad’ es tan, pero tan lugar común, que a los ‘intelectuales del fútbol’ se les olvidó que la mejor Selección Colombia de la historia de los Mundiales, la de Brasil 2014, jugó una cosa bien distinta a esa tan reclamada ‘identidad’: ese equipo fue más vertical, con menos tránsito y mucho contragolpe. ¡Ah, y el DT era José Pékerman, que no nació en Sonsón...!
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A los ‘sabios’ y al hincha del común se les olvidó que la Selección dirigida por Queiroz apenas un mes antes de que ardiera en su hoguera de vanidades jugó contra la Chile de Rueda en Santiago y le empató 2-2 en el último segundo a puro corazón y con toda voluntad.
El tema urgente, aquí y ahora, profesor Rueda, es rearmar el equipo con el grueso de jugadores que hay –no hay más en líneas generales–, no manosearlos, no creerse más importante que ellos (en el fútbol lo más importante siempre serán los jugadores) y ponerlos en sus lugares.
Sea práctico, Profesor: usted llega como ‘apagaincendios’ y para rescatar a un equipo que aún no está muerto. Eso es todo y es tan claro que por eso su contrato solo va hasta el final del Mundial del 2022. Hoy ‘proceso’ e ‘identidad’ son solo palabrejas.
¡Quedan 14 partidos para recuperar los dos puntos que en realidad hoy hacen falta! No es soplar y hacer botellas, ni más faltaba. Recuerden que ya una vez Rueda apagó el incendio, pero la Selección no logró sobrevivir...
Meluk le cuenta...
GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
En Twitter: @MelukLeCuenta