No hay análisis que resista, no hay interpretación estratégica o táctica ni de funcionamiento, ni la presión, ni el contragolpe, ni ...
No, no hay nada de eso. Esta vez no es posible recurrir a los argumentos misteriosos propios de los intelectuales del fútbol para explicar la derrota de Junior con el Paranaense en la final de la Copa Suramericana.
Es tan simple la respuesta que abruma: la pérdida de la otra mitad de la gloria, como es el eslogan del torneo, pasa por dos jugadas puntuales, por dos penaltis errados que acabaron con todo. Uno en Barranquilla, la semana pasadada. Otro este miércoles en la noche en Curitiba. De nada vale hablar de las opciones desperdiciadas, del toque, de la personalidad general del equipo, del buen plan, de los contragolpes, de la seguridad defensiva, del lindo fútbol... Todo eso ya no es ni anécdota.
Jarlan Barrera y Rafa Pérez perdieron el título. Simple. Podrá sonar duro, pero es demoledor y real. Ellos fallaron dos increíbles penaltis en ambos partidos de la final con los que Junior hubiera ganado ambos juegos. Esas dos jugadas puntuales son el meridiano insalvable y que explican con simpleza ineludible la derrota.
El penalti de Jarlan, este miércoles, es un ancla de mil toneladas que hizo naufragar al Junior. ¡Hundió al equipo cuando quedaban apenas 4 minutos del segundo tiempo extra! Pateó tan mal que la bola salió disparada hacia el infinito y más allá. Era 2-1 y vuelta olímpica. Y no fue. Y hace ocho días, en el Metro currambero, Rafa Pérez pateó como juega: duro, feo, con rabia y de un patadón violento dobló el aluminio del vertical y en el rebote la pelota fue a dar, quizás a Puerto Colombia.
Ya sé que todos los jugadores del mundo –de Pelé para abajo– han botado penaltis y con ellos han botado también títulos, copas y coronas como la que botaron Jarlan y Pérez. Suena cruel, pero es así.
“Hablando de fútbol, no de penales, este Junior no se hará olvidar fácilmente. Este Junior debe ser el mejor Junior de hace muchas décadas en la historia del club”, dijo Comesaña, el DT del Junior. Pero los penaltis son parte del fútbol y por ellos Junior perdió la Copa Suramericana. De nada vale decir que esto o aquello o lo otro. Decir que los penaltis es lo de menos, es negar que fueron lo de más.
¡Ay, Jarlan! ¡Ay, Rafa Pérez! Metieron la pata y perdieron la Copa con sus dos penaltis que eran de oro y terminaron de oropel.
Jarlan y Pérez perdieron la Copa, suena cruel, pero es real.
Meluk le cuenta…
GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
En Twitter: @MelukLeCuenta
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