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Partidos típicos de finales (opinión)

Las dos semifinales de la Liga de Campeones son una reconciliación con el fútbol, con el buen juego.

Durante años, en el fútbol de este lado del continente hizo carrera la frase ‘Partido típico de finales’. Y cada vez que sonaba, se hacía para describir juegos sin emociones, con exceso de precauciones defensivas, con más mañas que fútbol, con más patadas que goles, feos a la vista y en los que las emociones estaban más en las tribunas que en la cancha. Eso, cuando allá no había peleas.
Por eso, estas dos semifinales de la Liga de Campeones son una reconciliación con el fútbol, con el buen juego, con el hecho de no renunciar nunca a los objetivos, con no darse por vencidos nunca, incluso cuando están vencidos.
Hay dos frases que marcan las hazañas del Liverpool y del Tottenham. Ambas, por parte de sus técnicos. “Les dije a los muchachos antes del partido que era imposible”, confesó Jürgen Klopp, el responsable de este brillante Liverpool que le pasó por encima al Barcelona, tanto en el Camp Nou como en Anfield. Claro que ni él se creía esa frase. Disminuido por las ausencias de Salah y Firmino, mantuvo el bloque, jugó para adelante y sacó el resultado.
La otra estuvo a cargo de Mauricio Pochettino, el DT del Tottenham. Antes del partido, citó un encuentro entre Newell’s y América de Cali, en la Copa Libertadores de 1992, en la que el equipo en que él jugaba, el argentino, se sobrepuso a todo: a un ambiente hostil, a un compañero con la cabeza rota y hasta a un cobro de penalti que él mismo tiró por encima del arco en el desempate. Pochettino, en 1992 y en 2019, nunca se sintió derrotado. Ni siquiera cuando el brillante Ajax del primer tiempo le aumentó la diferencia a tres goles, antes de estallarse como un globo en el minuto 96.
Liverpool y Tottenham, como también lo fue el Ajax, son una reconciliación con el buen fútbol, una cachetada al ‘todo vale’ que tanta carrera ha hecho en este lado del mundo y que por eso tiene postrado al fútbol suramericano, hoy más que nunca, superado por el europeo. Son equipos que agradan a la vista, pero que también tienen mucha pasión y entrega.
Se viene una linda final en Madrid. Ojalá los ‘partidos típicos de finales’ sean como los de esta semana, no como nos malacostumbraron en Suramérica y en Colombia.
El torneo de Ascencio 
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes
@Josasc
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