Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Una cosa es contra Brasil y otra, contra Venezuela. Una cosa es la titular y otra, la suplencia. El técnico Carlos Queiroz pateó el tablero y puso otro equipo: el B. Así suele hacer en las dobles confrontaciones de un mismo ‘periodo Fifa’. Y si no ensaya la suplencia contra Venezuela, la última de la pasada eliminatoria, pues ¿entonces contra cuál equipo?
Otros nombres de comienzo (excepto Dávinson Sánchez y Juan Guillermo Cuadrado) para el mismo plan táctico 4-3-3 y en las mismas tres velocidades que tiene este equipo: rápido, veloz y acelerado.

Colombia vs. Venezuela
Efe
El primer tiempo fue un solo de Colombia, y no hablo de la gran interpretación del himno nacional a capela de Poncho Zuleta en liquiliqui garciamarquiano, que curiosamente es el traje nacional venezolano.
Decía que fue un solo de Colombia en fútbol a pura velocidad, a puro posicionamiento ofensivo, a juego por las bandas en tándems Borja-Díaz y Orejuela-Berrío, a pura intensidad de juego largo...

Acción de juego del partido entre Colombia y Venezuela.
Miguel Bautista
Por dentro, Cuadrado y Yairo Moreno lideraron el juego de ataque. Colombia tuvo la palanca en cuarta, pero no claridad. Ese fue su gran pecado. No hubo un genio de pase, el de una gambeta inesperada, el de una rodada filtrada, el de una pausa desequilibrante. Con todo y eso, Colombia debió abrir la cuenta en el primer tiempo: tuvo seis llegadas para anotar y no lo hizo. Ese ensayo, el de meterla, dio error. Un detalle: solo en el último instante antes del descanso, Montero tuvo su única atajada del primer acto: voló para mandar un cabezazo al córner.
El comienzo del segundo tiempo fue más de lo mismo con Cuadrado como líder de ataque a las mismas tres velocidades que tiene este equipo, sin muchas luces en el vértigo y con los mimos fallos de definición.
A los 11 minutos, cuando Queiroz relevó a Cuadrado y Dávinson, los únicos dos de la selección titular en esta alineación de suplentes, el equipo perdió carburación y se apagó. Se llegó menos, mucho menos; Venezuela adelantó las líneas y Colombia perdió consistencia de juego y presencia ofensiva.
Con 20 minutos en el reloj, desesperado por la falta de definición contra una Venezuela talla small, Queiroz metió a los tres delanteros de la ‘Selección A’ para intentar ganar bajo el supuesto de que una cosa es con violín y otra, con guitarra: Muriel, Zapata y Roger Martínez entraron por el impreciso y torpe Berrío, el ineficaz Santos Borré y el apresurado Díaz. Pero no: ni se notaron. Y en la última jugada del partido, Montero salvó la patria. ¡Uff!
Así, la Selección de suplentes no pudo ganar por su falta de definición, a pesar de jugar a tres velocidades rápido, veloz y acelerado para este 0-0 final.
Meluk le cuenta...
GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
En Twitter: @MelukLeCuenta
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