Nouri caminaba lejos de la jugada. Lejos del balón. Ajax, su equipo, atacaba, pero él estaba desentendido del partido. Retrocedía, dándole la espalda al arco rival, y tambaleaba. De pronto, ante los ojos de unos cuantos miles de aficionados, se acomodó en el pasto. No se desplomó, no cayó de forma violenta ni fulminante. Se acostó con movimientos calculados, bocarriba, sin reacción.
Abdelhak Nouri, un futbolista holandés de 20 años que comenzaba a despuntar, sufrió un paro cardiaco en plena cancha producto de una arritmia. El diagnóstico: "daños cerebrales irreparables”.
Sucedió el pasado 8 de julio, en el minuto 71 de un partido amistoso contra el Wérder Bremen alemán en Austria. Al principio parecía una lesión normal, un golpe, algo rutinario del fútbol. Pero los minutos fueron pasando y Nouri, tendido en el pasto, no reaccionaba. Cuando entró la ambulancia a la cancha y los médicos lo atendieron en pleno césped, cubriéndolo con un parasol, ya se presentía lo peor. El partido se suspendió, por obvias razones. Nouri fue reanimado allí mismo ante los ojos atentos y preocupados de sus compañeros, y trasladado en helicóptero al hospital Innsbruck, en Austria, con un pronóstico pesimista.
#Nouri's heart appears undamaged, say #Ajax. #Club statement #Abdelhak Nouri #Pre-season https://t.co/AVKSfiuSY5
— MiFID (@mifid) 8 de agosto de 2017
Después, el Ajax confirmó que el jugador había sufrido un paro cardiaco por una arritmia y que su corazón ya estaba bien. Pero como consecuencia, gran parte del cerebro de Nouri “dejó de funcionar y la posibilidad de recuperación de estas funciones es nula”, dijo el club.
Su hermano, durante esos momentos de tensión, dio unas noticias desgarradoras: “Nos han dicho los médicos que si despierta, no podrá pensar, comer, hablar o caminar y, probablemente, ni siquiera reconocernos”.
Entonces, el mundo se enteró de la existencia de Nouri, un exfutbolista que abandonó su carrera de amanera impensada y apresurada, y de quien aún no se sabe en qué estado seguirá su vida.
Abdelak Nouri era hasta hace muy poco un futbolista vital, muy activo. Holandés de origen marroquí, promesa del Ajax, apodado ‘Appie’ desde niño. No se trataba de una estrella rutilante, pero sí de una promesa con enorme futuro. A partir de este episodio, y con la difusión mediática internacional que ha tenido su caso, además de los múltiples homenajes de otros futbolistas en Europa, su nombre traspasó todas las fronteras. Se volvió un símbolo conmovedor.
LAMENTABLE NOTICIA. Ajax informó que Abdelhak Nouri ha sido diagnosticado con daño cerebral grave y permanente pic.twitter.com/1pneQGF8I5
— Imperio Fútbol (@imperiofutbol11) 15 de agosto de 2017
Su carrera empezó en el Ajax, en el programa de entrenamiento para jóvenes. Pasó al equipo juvenil y en el 2016 dio el salto al primer plantel, debutó el 21 de septiembre. Jugó un total de 15 partidos y anotó un gol. Además, ya había tenido roce internacional, pues integró las bases de la selección holandesa, desde la categoría sub-15 hasta la sub-21. En el Ajax compartía equipo con dos colombianos: el defensor Dávinson Sánchez y el atacante Mateo Casierra.
Dávinson fue uno de los jugadores más afectados con esta noticia: “Nuestras oraciones están contigo y tu familia. Sigue luchando, amigo “, escribió Sánchez en Twitter, que hasta hace poco entrenaba con él, que lo conocía y que, además, tiene 21 años, solo uno más que Nouri.
Hay en Holanda quienes dicen que este joven era toda una promesa, una perla del fútbol. Incluso, a propósito de su situación, lo llegaron a comparar con Johan Cruiff. “Abdelhak es un gran talento, pero nunca llegaremos a saber cuánto habría brillado su estrella si esto no hubiese ocurrido", dijo Edwin van der Sar, director general del club, con la misma nostalgia y prudencia que se ha manejado en el club alrededor de su inexplicable caso.
Ya ha pasado más de un mes desde que Nouri cayó en la cancha. Desde entonces, la información oficial ha sido escasa, sobre todo después del lapidario dictamen en el que se anunció que el futbolista tenía un daño cerebral grave e irreparable producto de una arritmia cardiaca que derivó en un paro. Un acontecimiento inesperado en la vida de Nouri y con muy mal pronóstico médico.
Muestras de cariño para Nouri en todo el estadio#StayStrongAppie, estamos todos con vos💪💪💪 pic.twitter.com/oUlpZ8BPb7
— AFC Ajax (Argentina) (@AFCAjax_ARG) 11 de agosto de 2017
El doctor Mario Muñoz es médico neurólogo de la clínica Marly en Bogotá. Al consultarlo, no necesita conocer el caso de primera mano para hacerse una idea de lo que pudo haberle pasado a Nouri: "La arritmia cardiaca puede ser muy corriente. Muchas personas tienen pequeñas arritmias, es decir, que el corazón late más rápido o más despacio o con dos latidos más de los que se deben, y ya. Pero hay otras que derivan en un paro cardiaco".
Vamos a suponer que fueron cinco minutos hasta que lo reanimaron, entonces en ese tiempo el cerebro se daña en proporción directa a la cantidad de neuronas que se mueran por falta de flujo sanguíneo
"Él debió tener una arritmia que le produjo un paro. Y cuando hay paro cardiaco, quiere decir que el cerebro se queda sin flujo sanguíneo durante unos minutos. Vamos a suponer que fueron cinco minutos hasta que lo reanimaron, entonces en ese tiempo el cerebro se daña en proporción directa a la cantidad de neuronas que se mueran por falta de flujo sanguíneo. Son un numero grande y todo ese daño es irreversible", explica el médico Muñoz.
Alexánder Niño es médico deportólogo con amplio recorrido en selecciones Colombia, en clubes y en universidades. Al ser consultado por el caso de Nouri, dio este diagnóstico a la distancia: “Generalmente, en estos casos es porque hay algo antes: un antecedente que puede ser familiar o una arritmia detectada. Es muy extraño que suceda así de la nada. Imagino que en Ajax hacen toda esa evaluación. Si hay algún tipo de paro cardiaco o una arritmia y si pasan más de cinco minutos sin flujo sanguíneo al cerebro, las neuronas se mueren y ya no se regeneran", explicó.
La gran pregunta es qué pasará con Nouri ahora: ¿podrá reconocer a sus familiares?, ¿conservará la memoria?, ¿podrá volver a jugar? Los casos suelen ser diferentes.

El centrocampista Abdelhak Nouri, víctima de un paro cardíaco durante un partido amistoso, era una de las promesas del fútbol holandés.
AFP
El médico Muñoz explica que las neuronas más susceptibles al daño irreparable son las que se encargan de la memoria y del equilibrio. Así lo hayan reanimado lo más oportunamente posible, ya hay daño.
Es un daño leve, aunque muy dañino. Quizá quede sin memoria y con otras dificultades. Probablemente es que esté en estado vegetativo; en ese caso, está vivo porque los pulmones y el corazón funcionan
"Es un daño leve, aunque muy dañino. Quizá quede sin memoria y con otras dificultades. Probablemente, y sería lo más grave después de la muerte, es que esté en estado vegetativo; en ese caso, está vivo porque los pulmones y el corazón funcionan. Pero es un estado terrible. Algunas personas, si son reanimadas en los primeros tres minutos, sobreviven sin daño alguno. Pero eso pasa en muy pocos casos. Después del daño cerebral hay muchas alteraciones. Por ejemplo, la memoria, que no es solo olvidar cómo se llama, sino el movimiento. Se puede olvidar de jugar al fútbol. Además, esta persona va a estar con otras alteraciones. Lo común es que no pueda volver a esa condición de deportista y ni siquiera funcionar independientemente", agrega Muñoz.
#Video ¡Emocionante! En el arranque de la Eredivisie, los hinchas del Ajax y el Heracles homenajearon a Nouri.https://t.co/XvQXCmLyVd
— Goles de Europa ESPN (@GolesdeEuropa) 13 de agosto de 2017
Niño da otros detalles: “Depende del número de minutos que pasaron y del área afectada del cerebro, que debe ser masivo, porque hubo problema cardiaco. Puede sufrir desde coma profundo y luego puede quedar con secuelas de movilidad, de sensibilidad, parálisis de lado derecho o izquierdo o pérdida de habla o audición. Depende mucho de los minutos que pasaron hasta la reanimación", dice.
Homenajes“¡Nouri, Nouri, Nouri!”, gritaban los fervorosos hinchas del Ajax. Y no eran cientos, eran miles. Y no estaban en el estadio, estaban frente a la vivienda de la familia del futbolista, en Ámsterdam, en el barrio Guezenveld, una zona residencial cuya tranquilidad se vio alterada por la triste algarabía, por un suceso del que se hablaba en toda Europa, aunque cada vez con menos frecuencia.
Los fanáticos le rindieron allí, en plena calle, un sentido homenaje. Exhibieron banderas gigantes con el rostro de Nouri pintado, encendieron bengalas rojas, ofrecieron ramos de flores, cartas, mensajes. Le hicieron un altar. Hasta allí también llegaron algunos futbolistas del equipo profesional que se abrieron camino entre la multitud. Algunos lloraban. Cuando aparecieron los padres del joven, brotaron las lágrimas, las de ellos, las de la multitud.
Enorme!! 👏👏
— Futbol al Momento (@Fut_momento) 12 de agosto de 2017
La afición del Heracles Almelo y del Ajax, aplauden todos en el minuto 33' en apoyo a Abdelhak Nouri. #FuerzaAppie pic.twitter.com/Yn7sQMRuxn
Fue la nostálgica reacción por un suceso tan intempestivo y doloroso. El de un chico con todo el futuro por delante al que de repente le cambió la vida. “¡Nouri, Nouri, Nouri!”, gritan en Holanda.
Hace unas semanas, el Ajax lo homenajeó en el estadio Ámsterdam Arena. La hinchada, la misma que fue a transmitirle apoyo en su casa, exhibió una bandera inmensa en una de las tribunas laterales, detrás de uno de los arcos, con la imagen de ‘Appie’ a todo color, de espaldas, con la camiseta del Ajax, señalando el número 34 con sus manos.
OSC Lille hoopt dat de Franse bond de gele kaart van Anwar el Ghazi schrapt. #staystrongappie #Ajax #Nouri @AElGhazi7 #OSCLille pic.twitter.com/e0m9sUJICv
— ajaxmuseum.NL (@ajaxmuseumNL) 8 de agosto de 2017
El pasado fin de semana, los homenajes se trasladaron a otras canchas. En Francia, por ejemplo, el atacante holandés Anwar El Ghazi, del Lille y ex-Ajax, celebró su gol en la primera jornada exhibiendo una camiseta con el número 34 y el apellido Nouri.
Otros futbolistas también han manifestado su solidaridad, como el uruguayo Luis Suárez, quien jugó allí, o Kevin-Prince Boateng, jugador de Las Palmas de España y quien prometió llevar la camiseta de Nouri bajo la suya, en cada partido.
Las muestras de solidaridad siguen, en espera de nuevos dictámenes médicos que den la certeza de la situación de Nouri, el joven futbolista que pasó del anonimato a convertirse en un símbolo, para el fútbol y para la vida.
PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @PabloRomeroET
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