No ha sido fácil el arranque de la temporada en la Premier League para el Liverpool, salvo el oasis del sábado, cuando le metió nueve goles al Bournemouth. Este miércoles, el equipo que dirige Jürgen Klopp sufrió hasta el final para luego festejar un agónico triunfo 2-1 contra Newcastle, que le anotó un gol y luego se metió atrás para hacerlo sufrir.
Tampoco fue una tarde fácil para el colombiano Luis Díaz, que tuvo que trabajar mucho para intentar romper la defensa del Newcastle, pero que esta vez fue bien controlado y por eso se fue en blanco.
Luis Díaz estuvo bien marcado y se perdió una jugada de gol
Queda claro que Díaz es pieza fundamental para Klopp y por eso tuvo un partido más jugando como titular, arrancando desde la banda izquierda, pero casi siempre para enganchar y buscar jugada. Y también haciendo diagonales para encarar hacia la portería e intentar rematar.
Luis Díaz, en acción contra Newcastle.
Peter Powell. Efe
Liverpool tuvo escasas ocasiones para anotar en la primera etapa, y una de ellas tuvo a Díaz como protagonista, jugando de ‘9’ para recibir el pase de Roberto Firmino. El guajiro atravesó el área para recibir el balón y así dejó en el camino al portero Nick Pope, pero al final quedó en un ángulo complicado para rematar con el pie derecho y el balón se fue por encima de la portería.
Esa jugada, a los 35 minutos, ocurrió cuando el partido iba 0-0. Dos minutos después, Newcastle se fue arriba con un gol de Alexander Isak, que le rompió el arco a Alisson Becker, y así, Liverpool tenía una preocupación adicional.
En el segundo tiempo, Liverpool tuvo que llenarse de paciencia para tratar de romper el muro que le armó Newcastle, que se metió en el último cuarto de cancha y no le dejó espacios para atacar. Gotica a gótica, encontró una grieta que aprovechó Mohamed Salah para abrirse campo y tocar al centro, donde Roberto Firmino logró conseguir el 1-1, a los 16.
Del sufrimiento a la celebración en el tiempo de reposición
La última media hora fue un frontón, en el que Alisson fue casi un espectador y Liverpool y Newcastle compartieron los alrededores del arco visitante. El juez repuso cinco minutos y el arquero Pope se comió dos.
Luis Díaz
Peter Powell. Efe
Eso tuvo consecuencias: el partido se alargó hasta un tiro de esquina que Salah cabeceó, el portero controló a medias y Fabio Carvalho, que había entrado por Trent Alexander-Arnold, le pegó desde un ángulo difícil y la puso en la parte baja del travesaño, para que cayera adentro del arco. Triunfo sufrido, pero justo.
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