Agencias. Leonardo Jardim es uno de los técnicos sensación de la temporada europea. A sus 42 años, es el DT que acaba de llevar al Mónaco a la semifinal de la Liga de Campeones, y además acaba de ganar la liga de Francia. Por si fuera poco, es el DT que le devolvió la confianza a Falcao García, el que creyó en él nuevamente, el que le dio la continuidad necesaria para que volviera a ser el de antes.
La historia de Jardim se remonta a un país latinoamericano, a Venezuela, donde nació en 1974 (Barcelona, estado de Anzoátegui) porque sus padres, que son portugueses, vivían allí por esa época, como inmigrantes. Pero la familia de Jardim no tardó en regresar a Madeira (Portugal), su isla de origen, la misma en la que nació Cristiano Ronaldo. Nunca volvió a Venezuela, su relación con el país suramericano es muy lejana.
Fue en la isla portuguesa donde Jardim creció y se interesó por el fútbol, donde luego estudió deportes en la universidad. Primero comenzó a entrenar niños, incluso equipos femeninos y hasta una selección de balonmano, hasta llegar a un equipo de fútbol masculino. Debutó como entrenador adjunto, a los 27 años, en el Camacha.
Continuó en Portugal, en el Chaves y luego en el Beira-Mar; al primero lo ascendió a segunda división, y al otro, lo llevó a primera. De allí se marchó a un club más grande, al Sporting Braga donde obtuvo buenos resultados, pero de donde se marchó por diferencias con el presidente.

El técnico Jardim (de espalda) siente una gran admiración por el colombiano Falcao García.
AFP / Archivo / ETCE
Pero siguió escalando. Fue al Olimpiakos de Grecia en el 2012 y luego al Sporting de Lisboa, uno de los grandes de Portugal, con el que sale subcampeón. Ahí se le abrieron las puertas del Mónaco.
Ingreso triunfal a EuropaPara Jardim, poco amigo de los focos mediáticos, el fútbol es ante todo un juego en el que es necesario un trabajo de reflexión, con dos líneas principales: la toma de decisiones de los jugadores y una aproximación a los entrenamientos en condiciones de partido. Esa es su filosofía. También es un técnico que gusta de hablar con los jugadores, de conocer sus emociones, sus estados de ánimo.
En junio del 2014 llegó al Mónaco y entre sus primeras decisiones hizo titular al marroquí Nabil Dirar como lateral derecho, mientras que Tiemoue Bakayoko y el brasileño Fabinho lo hicieron como mediocentros. Tres años después ocuparon estos puestos en la semifinal de la Liga de Campeones ante Juventus.
En los últimos tiempos, Jardim ha insistido en que el triunfo no lo cambiará: “En caso de ganar el campeonato, seguiré siendo el mismo, mi personalidad no cambiará, ustedes me conocen, nada puede cambiar”, dijo, y ya lo logró, el pasado miércoles cuando Mónaco conquistó la Liga francesa.

Falcao volvió a celebrar un título, luego de la oportunidad que le brindó el Mónaco y su director técnico.
EFE
El portugués conoce la inestabilidad de su oficio. Él mismo fue despedido del Olympiakos en enero del 2013, seis meses después de su llegada, cuando su equipo tenía 10 puntos de ventaja sobre el segundo. De hecho, hace un año surgieron rumores sobre su salida del Mónaco. Finalmente los problemas internos entre él, Claude Makelele y Luis Campos provocaron la marcha de los dos últimos al finalizar la temporada.
Jardim cerró la crisis con una larga entrevista con sus dirigentes Dmitry Rybolovlev y Vadim Vasyliev. Se celebró el 3 de junio del 2016 y a partir de entonces todo cambió.
Mostró sus ganas y su ambición para llevar al máximo nivel al Mónaco. Está preparado al 200 por ciento. Hemos aceptado su proyecto
“Mostró sus ganas y su ambición para llevar al máximo nivel al Mónaco. Está preparado al 200 por ciento. Hemos aceptado su proyecto”, señaló Vasyliev el día siguiente. Sus patrones lo escucharon, el Mónaco comenzó a ganar y el resto es historia: Jardim convirtió a su joven plantilla en la sensación del fútbol europeo en la temporada 2016-17.
Relación con FalcaoCuando Falcao regresó al Mónaco, después de su fallido paso por el fútbol de Inglaterra, se encontró con Leonardo Jardim, un técnico joven, estudioso, que no jugó fútbol profesional, pero que ya comenzaba a dar que hablar en Europa. En esta temporada despejó toda duda, llevando al Mónaco a la máxima exigencia, poniendo a Falcao como guía, capitán y eje de la temporada.
“No estoy sorprendido. Es un jugador de gran calidad, un goleador de talla internacional (...). Este año ha tenido un trabajo con el equipo técnico, ha tenido el apoyo de sus colegas. Falcao ha llegado al nivel que esperábamos de él”, dijo Jardim a comienzo de este año, consultado por el nivel goleador que recuperó el atacante colombiano en Mónaco.
Jardim es además un personaje culto, muy estudioso, seguidor de sociólogos y capaz de citar poemas durante las ruedas de prensa. Además, ha sorprendido hasta ahora por su audacia en el banquillo.
Como cualquier entrenador, Jardim conoce las fórmulas manidas ante los periodistas del estilo de “en el fútbol todo puede pasar”, pero a menudo es capaz de ir más allá. Tras la humillación sufrida en Niza en septiembre (4-0), el hombre citó en conferencia de prensa un extracto del poema Serás un hombre, hijo mío. Algunas emisiones satíricas bromean con su acento, cuando él se esfuerza por hablar siempre en francés en las ruedas de prensa.
El luso, con contrato hasta el 2019, ha demostrado que es un soldado fiel al Mónaco. No se inmutó en el 2015 cuando desmontaron los pilares de su equipo. No dijo tampoco nada cuando sus dirigentes lo arrinconaron el pasado mes de junio. Sin embargo, a diario surgen rumores de su posible paso a otro club. Por ahora está en Mónaco, donde este año dio que hablar en todo el mundo.
Resumen agencias