Sin embargo, paradójicamente este cupo (el segundo consecutivo que logra después de la participación en Brasil 2014) lo consiguió en el peor año de rendimiento que ha tenido el entrenador argentino desde su llegada al equipo nacional, con un 48 por ciento.
La cifra se distancia de las alcanzadas en los años anteriores por el DT, que tuvo su rendimiento más alto en el 2014, el año del Mundial, con 80,50 por ciento. Este año, con 11 partidos, cuatro ganados, cuatro empatados y tres derrotas, el DT consiguió los resultados para asegurar el cupo a la próxima Copa del Mundo, aunque su consolidado fue el más bajo.
Otra cifra clave del año fue la cantidad de nuevos jugadores que llevó a la Selección: 12, la segunda más alta, pues en 2016 llevó a 14 nuevos. Su goleador del año fue James, con 4 tantos.
No obstante, clasificar a Rusia, logrando el objetivo trazado desde el momento de su renovación, avalan el proceso del entrenador.