Jupp Heynckes es el entrenador ideal para la crítica situación por la que pasa el Bayern Múnich. O por lo menos eso es lo que considera la directiva del club bávaro, encabezada por el director general, el legendario Karl-Heinz Rummenigge.
Heynckes regresa de su jubilación y llega como apagaincendios, tras su retiro en 2013, después de ganar ese mismo año el triplete (Liga-Copa-Liga de Campeones) con el conjunto alemán. El entrenador de 72 años estará al frente del club hasta junio del año entrante y se estrenará hoy en la Bundesliga contra el Friburgo, en la fecha 8. A continuación, las claves de su fórmula ganadora.
Carácter y disciplinaDurante las tres apariciones como DT del Bayern Múnich, los equipos de Heynckes siempre se han caracterizado por ser muy sólidos en defensa y con una alta dosis de recia disciplina. De hecho, la llegada del experimentado adiestrador al club bávaro ha modificado el esquema de entrenamientos, en los que ha enfatizado en la parte táctica sin olvidarse del buen trato al balón.
A corto plazo, Heynckes tendrá que sacar partido a un plantel que parece fuera de forma y darles oxígeno a los ‘caballos’ del plantel, a quienes conoce a la perfección, jugadores que fueron puntales en el pasado, como Thomas Müller, Jerome Boateng, Franck Ribery o Arjen Robben, y cuyas relaciones con Ancelotti eran, sobre el final, muy complicadas. El entrenador ha reiterado que hay en el seno del club una jerarquía que hay que tener en cuenta. El DT tendrá que resolver el ‘problema Müller’. En el esquema 4-2-3-1 de Ancelotti, este jugador, uno de los más queridos por la afición, no encontraba su lugar. Ahora tendrá más respaldo.
Heynckes no solo mantiene excelentes relaciones con los directivos bávaros, sino también con buena parte de los jugadores, algo primordial para saber bajarle la temperatura al caliente vestuario del Bayern. De los once titulares que ganaron al Borussia Dortmund la final de la Liga de Campeones en 2013, solo cuatro han dejado el club: Mandzukic (Juventus), Dante (Niza), Schweinsteiger (Chicago) y Lahm (retirado).
Eso le da al DT una figura patriarcal en el equipo, en el que siempre está atento a escuchar a los jugadores para sacar todo el provecho, siempre y cuando estos tengan oficio y talento. Su cuarta experiencia en el Bayern (1987-1991, 2009, 2011-2013) le da un punto alto de confianza al club.
Otro aspecto fundamental que trabaja Heynckes es el mediocampo, especialmente el juego de sus extremos, a los que pone a pierna cambiada para hacer diagonales y buscar el remate a puerta. Robben, quien acaba de ponerle fin a su ciclo con la selección de Holanda, tras su eliminación del Mundial de Rusia 2018, y Ribery, quien sufrió una rotura de ligamento exterior de la rodilla izquierda que lo dejará un buen tiempo por fuera de las canchas, serán, en teoría, determinantes en su esquema, ya que le aportan sorpresa en el ataque. Además, Heynckes enfatiza en tener superioridad numérica en campo contrario gracias al aporte de los laterales, que deben acompañar en ataque.
Un entrenador con pergaminos
La dilatada trayectoria de Heynckes como DT comenzó en 1987, tras finalizar su carrera de futbolista en el Borussia Mönchengladbach. Luego llegó al Bayern, donde estuvo entre 1987 y 1991. Allí alcanzó dos títulos de Liga (1989-1990) y dos Supercopas de Alemania (1987 y 1990). Siete años después logró la Supercopa de España con el Real Madrid.
Ese mismo año (1997) alcanzó la Liga de Campeones con el club español. Con el Schalke 04 alemán conquistó dos copas Intertoto (2003 y 2004). Su más reciente éxito lo logró en su paso por el Bayern; la triple corona: Copa, Bundesliga y Liga de Campeones (2012-2013).
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