La vida da revanchas. Hace un año, Radamel Falcao García salía del Chelsea, luego de jugar apenas diez partidos en la Premier League, uno solo como titular, y con apenas un gol en su cuenta. Un año antes también había dejado el Manchester United, con cifras un poco mejores, pero que en nada reflejaban su pasado de artillero: 26 partidos, cuatro goles. Su destino era el Mónaco y pocos apostaban por una recuperación.
Un año después, Falcao es una de las piezas claves de un Mónaco que este miércoles celebró su primer título de Liga desde la temporada 1999/2000, una corona en la que él tuvo mucho, muchísimo que ver: jugó 29 partidos, 22 de ellos como titular, y anotó 21 goles. Eso, sin contar los cinco que marcó en la Liga de Campeones, más otros dos en las fases previas, para meter a su equipo en la semifinal.
Y además de los goles, Falcao demostró que también sabe jugar para sus compañeros, como, en el partido que le dio el título a su club, la victoria 2-0 frente al Saint-Étienne. A los 19 minutos vio picar a Kylian Mbappé y lo dejó mano a mano con el portero Stephane Rufier. La nueva joya del fútbol francés no desaprovechó la oportunidad y abrió el camino de la victoria.
Después, ya con Falcao afuera de la cancha, esperando la celebración, Mónaco anotó el 2-0 en un contragolpe que inició Thomas Lemar y que remató Valère Germain. En el minuto 87, el colombiano, que además es el capitán de su equipo, había abandonado la cancha, reemplazado por el argentino Guido Carrillo. Se fue entre ovaciones.
Falcao estaba radiante, feliz. Al final del partido, se encontró con su esposa, Lorelei Tarón, con sus hijas y con su padre, el duro Radamel García que hacía sufrir a los delanteros con su fuerte marca. Ahora goza viendo triunfar a otro atacante, de su misma sangre, que a los 31 años aprovecha al máximo su segunda oportunidad. Había llegado al Mónaco a mediados de 2013 con la idea de volver a llevarlo a lo más alto. Una lesión de rodilla el 22 de enero del 2014 frenó su carrera. Vivió dos años y medio muy duros. No perdió la fe. Y les agradeció a los que tampoco lo dejaron solo.
Pasé por momentos difíciles. Unos se quedaron ahí para apoyarme, otros no, pero esto es para todos
“Pasé por momentos difíciles. Unos se quedaron ahí para apoyarme, otros no, pero esto es para todos”, declaró Falcao, después del partido, al canal ESPN. “Estoy muy orgulloso de este equipo, de estos jugadores. Es un sueño para mí, estoy muy feliz”, agregó.
Salvo en Inglaterra, Falcao fue campeón en todas las ligas extranjeras en las que jugó: Argentina, Portugal, España y ahora Francia (véase módulo). Su olfato goleador está intacto, la confianza volvió del todo y el instinto en el área está de nuevo ahí.
Ahora quiere llegar entero a la Selección, pues tiene una cuenta pendiente: después de ser el hombre clave de la clasificación a Brasil 2014, se perdió el Mundial por la dolorosa lesión de rodilla. En esta eliminatoria ha jugado poco: apenas 154 minutos, en cuatro partidos. Pero la fe nunca la perdió...
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