El de Roberto Cabañas y Boca resultó un matrimonio intenso. En apenas 4 años el delantero paraguayo se adueñó de los corazones xeneizes. No sólo por su talento dentro del campo, sino porque los superclásicos con River parecían estar hechos a su medida. Sus peleas con Hernán Díaz, los cruces con Berti, los gestos a Passarella, sus controvertidas declaraciones y sus goles quedaron en la memoria de todo el pueblo del club de la Ribera.
Su primer gol contra el conjunto de Núñez fue en la Copa de Oro de 1992 cuando, además, ensayó un bailecito que luego fue característico en sus festejos. Entre septiembre del 91 y octubre del 95 disputó 9 clásicos: Boca ganó 5, empató 3 y apenas perdió uno.
En cada superclásico escribía una historia diferente. No tenía término medio en sus palabras. Porque podía decir cosas como éstas: " Así que los jugadores de River dicen que me van a matar. Que yo sepa ningún jugador murió dentro de una cancha. ¿Seré yo el primero?". Tampoco tenía problemas en contar: "En los Boca-River uno tiene que saber jugar con todo. Yo, por ejemplo, les decía a mis compañeros antes de salir a la cancha que estuvieran tranquilos, que me dieran la pelota a mí que yo iba a hacer que ellos entraran en mi juego. Entonces los charlaba, les decía cosas y se ponían nerviosos. Y los resultados fueron buenos, ya que a River, mientras yo estuve, le ganamos ocho o nueve partidos al hilo".
Los cruces con Hernán Díaz resultaron un espectáculo aparte. Las peleas dentro del campo de juego eran comunes en cada encuentro con River. Incluso, Cabañas alimentaba el enfrentamiento con frases como éstas: "Astrada y Hernán Díaz serán mis hijos toda la vida". Este tipo de provocaciones también empujaron a Sergio Berti, en un empate 2-2 en el Monumental, en 1992, a darle una patada a Cabañas, que le generó una lesión al delantero paraguayo y terminó con el volante millonario expulsado. Tiempo después Berti confesó: "Se me recuerda por la patada a Cabañas. pero creo que esa fue la patada de los 60 mil hinchas de River que estaban en el estadio".
Las chicanas de Cabañas para River no sólo quedaron marcadas durante su paso por Boca, sino que después de dejar el club, continuó con sus frases picantes para los de Núñez: "Los hinchas de Boca se acuerdan del título del 92, que para mí fue muy importante porque quedamos en la historia del club. Y también de los partidos con River. Yo me acuerdo de todos. Si les ganábamos siempre". Y también dijo: "Boca es muy respetado en todo el mundo y ya está acostumbrado a jugar este tipo de partidos de Copa. Vos decís Argentina y te responden Boca. Y lo digo yo que vivo en Colombia y he viajado por muchos países. Yo jugué en Francia y allá, por ejemplo, nadie conoce a River. Afuera no lo conoce nadie. A Boca, en cambio, todo el mundo. Y no lo digo sólo yo. Eso lo dicen todos".
Su amor por Boca y por los hinchas perduró en el tiempo, tanto que hace algunos años, Cabañas mantuvo viva la hoguera con River: "River es grande en institución pero chico como equipo. No tiene jugadores de jerarquía. Boca Unidos le ganó a River con el nombre. Se asustan al escuchar Boca".
GDA/ La Nación Argentina