Veinte años y una semana después de la semifinal del Mundial de 1998, en la que los franceses doblegaron a Croacia por el mínimo margen, ambas selecciones volvían a cruzarse, esta vez en el duelo por el título.
Para llegar a él, Francia tuvo que emplearse a fondo en la fase de grupos, con sendas victorias muy trabajadas ante Australia y Perú, y un empate frente a Dinamarca. Un alocado choque de octavos de final contra Argentina sirvió para poner en marcha la máquina francesa, que se deshizo de Uruguay para luego imponerse a Bélgica.
Croacia, en cambio, protagonizó una trayectoria inversa. Estuvo brillante en su liguilla, al lograr un pleno de puntos y un triunfo por 3-0 sobre Argentina, pero sus apuros empezaron con las eliminatorias. Necesitó la tanda de penales para vencer a Dinamarca y a Rusia y una prórroga frente a Inglaterra en semifinales. Como consecuencia de ello, el cuadro balcánico afrontaba la final habiendo jugado 90 minutos más que su adversario.
Mbappé era el jugador más joven del plantel francés y también el único que no había nacido cuando los tricolores alzaron su primer trofeo, en 1998. Durante la final, certificó la victoria permitiendo a los suyos situarse con una ventaja de tres goles. Se convirtió así en el segundo futbolista más joven de la historia que marca en una final del Mundial, 60 años después de Pelé.
Testimonios:“No hicimos un partido grandísimo, pero sí mostramos muchas cualidades psicológicas. ¡Y a pesar de todo marcamos cuatro goles! Es algo merecido, estoy contentísimo por este plantel. Hemos superado muchas dificultades, no siempre ha sido fácil. Se ha logrado a base de trabajo y atención”: Didier Deschamps, seleccionador de Francia.
“Pasé los últimos diez minutos en el banquillo. Los compañeros y yo no quisimos levantarnos demasiado pronto. Y cuando sonó el pitido final, corrí por todas partes. Abracé a Adil Rami, luego no pude más y lloré. Es un sueño de la infancia”: Olivier Giroud, delantero de Francia.
“Ahora mismo, es una sensación agridulce. Estamos orgullosos de lo que hemos hecho, pero un poco tristes por perder la final. Aunque creo que merecíamos más, ya no hay nada que hacer. Pero debemos estar orgullosos de lo que hemos conseguido, no nos rendimos nunca y peleamos hasta el final”: Luka Modric, capitán de Croacia.
Con información de la Fifa*
Comentar