Quién le gana al Manchester City de Pep Guardiola?, es la pregunta que hoy se hacen en Inglaterra y Europa. Su campaña es casi perfecta. 13 partidos jugados, 12 ganados, un empate y cero derrotas demuestran que es el mejor equipo de la temporada.
La revancha de Guardiola llegó pronto. En la pasada temporada, su primera al frente de los ciudadanos, quedó de tercero en la Liga Premier: hizo 78 puntos, 15 menos que el campeón Chelsea; y en la Liga de Campeones fue eliminado por el Mónaco en los octavos de final.
La pobre campaña exigía una rápida recuperación, no solo porque el técnico español cobra 25 millones de euros por temporada, sino porque en el mercado de transferencias de verano, el City gastó 240 millones de euros.
Hoy, la plantilla del equipo inglés está avaluada en 588,5 millones de euros, la segunda más costosa de la Liga Premier, un precio que junto con el de los fichajes se está demostrando en resultados. El City ya tiene cinco puntos de ventaja con respecto al segundo, el Manchester United, y tiene nueve puntos de nueve posibles en la Liga de Campeones.
Guardiola volvió a hacer efectivo el juego de posesión, ese que le valió los 14 títulos en el Barcelona y siete en Alemania con el Bayern Múnich. La profundidad, el juego por las bandas y esa superioridad avasallante con respecto a los rivales se volvió a hacer notoria.
En la pasada temporada tenía mucho el balón, pero a la hora de demostrarlo en la portería local era un problema. En esta sesión todo cambió: la posesión del balón en un 64 por ciento y los 18 remates sumados a los 3,5 goles por partido demuestran que la capacidad ofensiva es efectiva.
El entrenador es un obsesionado con la defensa y por ello no escatimó esfuerzos en reforzarla. Gracias a esto, Benjamin Mendy, un lateral izquierdo que jugaba en el Mónaco, llegó al City por la suma de 57 millones de euros y se convirtió en el defensa más caro de la historia. Y junto a él llegó Kyle Walker, lateral izquierdo que jugaba en el Tottenham, por 51 millones de euros.
Por ahora, la máquina de Guardiola funciona a la perfección y domina a su antojo la Premier y la Liga de Campeones, pero la evaluación será al final de temporada con los títulos en la mano.
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