Atacar o defender, el debate de siempre. Una cuestión que, como todo en el fútbol, termina en fanatismos irreconciliables, en credos fundamentalistas en los que cada extremo le reza a su santoral. Ahí, en el corazón de esta dualidad radica una de las controversias de moda en la Selección Colombia: las características de los dos volantes de primera línea, de los dos ‘mediocentros’, de los dos volantes de marca, del famoso ‘doble cinco’ rioplatense, del famoso ‘doble pivote’ español. Cinco denominaciones para lo mismo.
Con la alineación de Barrios y Lerma contra Japón, ambos volantes de seguridad físicos y de fuerza, se discute la válida y legítima opción de reemplazar a alguno de ellos por otro volante de marca con mayor técnica con la pelota para que ‘saque al equipo’, para darle ‘salida ofensiva’, y se repiten los apellidos Uribe y Cuéllar. Hace 20 años, Francisco Maturana, siempre adelantado, introdujo en Colombia el concepto del ‘primer pase’, el que daba un volante de marca para que el equipo recuperara la pelota, no solo para destruir o interrumpir el juego rival.
Hoy ya no solo se habla de que ese volante dé el ‘primer pase’: muchos argumentan bajo el rótulo de la ‘modernidad del fútbol’ que debe dar la ‘salida ofensiva’. Eso es válido. En el contexto del debate intenso entre defender y atacar, afirman con vehemencia que es “indispensable” que no sean dos volantes de marca-marca para no ser “mezquinos, avaros y amarretes defensivos”. Olvidan que con dos volantes de marca-marca también se puede atacar, y mucho, dependiendo de funcionamientos y decisiones tácticas y estratégicas.
Históricamente, la Selección Colombia ha jugado con dos duros de pasar en la mitad: Leonel-‘Chico’ Pérez, Leonel-‘Barrabás’ Gómez, Leonel-Pimentel, Leonel-‘Carepa’ Gaviria; Leonel-‘Chicho’ Serna, ‘Chicho’ Serna-Bolaño’, Lozano-Bolaño, Fabián Vargas-J. C. Ramírez, Viárafa-‘Choronta’ Restrepo, ‘Ringo’ Amaya-Sánchez, Valencia-Aguilar, Sánchez-Aguilar...
No obstante todos esos ‘doble cincos de marca-marca’ se atacaba y a veces mucho, incluso con un mixto y un solo creativo: Rincón y ‘PIbe’ son el ejemplo perfecto. Llevado a hoy puede ser James y Cuadrado. También hay opción de atacar con dos creativos puros como fueron ‘Pibe’ y Redín, James y Macnelly o James y Quintero. Además, el ataque se puede alimentar con dos delanteros netos: ojo, ese detalle no es menor. Otra discusión muy profunda.
Además, con dos volantes de marca-marca cobra valor el rol ofensivo de los laterales (ojo a eso) y se le da mayor libertad al 10. También depende, entre otros factores, de a qué altura del campo se paren ellos y el equipo.
Los que piden un volante de marca que dé salida pueden incluso estar más cerca de jugar 4-1-4-1 con la idea que tenía ‘Bolillo’ Gómez de poner cuatro ‘ochos’, cuatro volantes mixtos, lo que también es válido y legítimo.
Ven: no es absolutamente cierto que con dos volantes de marca-marca no se puede tener un equipo ofensivo y se esté condenado a defender a ultranza.
Este martes vuelve a jugar Colombia, ahora contra Corea, y ya veremos lo que trae.
Meluk le cuenta...
GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
En Twitter: @MelukLeCuenta
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