Si uno no supiera que está retirado desde hace 15 años, cuando ve entrar a Lothar Matthäus a cualquier recinto creería que aún es un jugador activo. Solo le falta vestirse de cortos. A los 55 años, aún se conserva como si al día siguiente tuviera que ir a entrenar.
Comparte, junto con el mexicano Antonio Carbajal, la marca de ser el jugador que más veces asistió a la Copa del Mundo (estuvo en cinco seguidas: España 82, México 86, Italia 90, Estados Unidos 94 y Francia 98) y tiene otro récord en solitario: es el futbolista con más partidos disputados en los mundiales: 25.
Es tan importante para la historia de la Selección de Alemania (con la que jugó 150 partidos y anotó 23 goles, y con la que, además del Mundial de 1990, ganó la Eurocopa en 1980) que una anécdota refleja lo que fue su carrera. El día que su equipo ganó la final de la Copa del Mundo, el encargado de patear un penalti en la final contra Argentina, si el árbitro lo sancionaba, era él. Sin embargo, no lo hizo por una razón de juego: uno de sus guayos se rompió y tuvo que ponerse un par de botines nuevos. No se sintió cómodo con ellos. Cuando el mexicano Edgardo Codesal sancionó la discutida falta de Roberto Sensini a Rudi Voeller dentro del área, el que se paró frente a la pelota fue Andreas Brehme. Y fue gol.
El zapato roto de Matthäus se conserva hoy en día en el Museo del Fútbol Alemán, un edificio de 7.700 metros cuadrados que fue inaugurado en octubre del año pasado, con una inversión de 36 millones de euros. ¡Y lo tienen bañado en oro!
Con esos mismos guayos Matthäus enfrentó a Colombia en el Mundial de 1990, en Milán. Y con ese recuerdo comenzó una charla colectiva con medios de América Latina, entre ellos EL TIEMPO, en Düsseldorf, horas antes de la final de la Supercopa de Alemania, en la que el Bayern Múnich, el club en el que más brilló, venció 2-0 al Borussia Dortmund. Fue el acto previo al arranque de la Bundesliga, que comenzó el viernes pasado, cómo no, con una victoria de su querido Bayern (6-0 al Werder Bremen). Así empezó un recorrido virtual por el fútbol suramericano.
“Jugué contra Colombia en el Mundial de 1990, Era un grupo extraordinario, no solo (Carlos) Valderrama, (Freddy) Rincón, era una selección muy buena, sacó muy buenos resultados, Colombia siempre ha tenido buenos jugadores”, recordó Matthäus, pero no quiso compararlo con el equipo que actualmente juega la eliminatoria, que el jueves recibe a Venezuela en Barranquilla. “La generación actual también ha sido muy importante para Colombia. Muchos de ellos están en Europa y han demostrado muy buena calidad. El equipo actual es muy bueno, pero los tiempos son diferentes, no se pueden comparar con los de antes”, agregó.
De esa selección colombiana de los años 90, Matthäus tuvo un integrante muy cercano: Adolfo ‘Tren’ Valencia. “Jugué con Adolfo, fueron solo dos años, uno en el Bayern Múnich y luego nos volvimos a encontrar en el MetroStars, en Estados Unidos. Era un gran jugador, un tipo muy, muy divertido, un delantero muy fuerte, que anotó muchos goles y nos ayudó a ganar un título en 1994. Lo recuerdo muy bien”, explicó.
Matthäus sigue de cerca el fútbol suramericano. De hecho, en su carrera como técnico, no tan exitosa como la que tuvo como jugador, alcanzó a dirigir el Atlético Paranaense, de Brasil, en el 2006 (donde dirigió al colombiano David Ferreira), e incluso estuvo a punto de llegar a Racing, de Argentina. Y le llama mucho la atención el nivel de la eliminatoria.
“Chile ganó las dos últimas copas América, tiene jugadores jóvenes, con experiencia. Y además, cuando viene una competición de este tipo, se preparan con todo. Pero no es solamente Chile: hay jugadores muy buenos en Colombia, en Ecuador, en Paraguay. La eliminatoria suramericana es la más dura del mundo. Hace 20 años uno hablaba de Argentina y Brasil, hoy todo es mucho más parejo”, señaló.
Matthäus no se atreve a dar candidatos para llegar a Rusia 2018. “Hay siete u ocho equipos que tienen potencial real para clasificar al Mundial. Tal vez Perú, Venezuela y Bolivia están un poco atrás, pero los demás están ahí, siempre”, añadió.
Una de las piezas claves del bicampeón de la Copa (la tradicional y la edición del Centenario) es Arturo Vidal, a quien Matthäus ve cada ocho días con el Bayern.
“Es un volante que está en todos los sectores de la cancha. Tiene un gran espíritu de lucha. Sin duda que también es uno de los mejores. No puedo decir que sea el mejor del mundo: por delante hay otros, Messi, Cristiano, Lewandowski, pero estoy seguro de que su aporte llevará al Bayern a ganar de nuevo la Liga de Campeones”, puntualizó Matthäus.
En la actual temporada de la Bundesliga solamente habrá dos jugadores colombianos: John Córdoba, en el Mainz, y Adrián Ramos, en el Borussia Dortmund. El otro que estana en Alemania, Elkin Soto, regresó a Colombia para jugar con Once Caldas.
Con Córdoba y Ramos, ya son más de 30 los jugadores latinoamericanos que jugarán en la primera división. La cuota más grande es la del Bayer Leverkusen, que tiene cuatro: los brasileños Wendell y André Ramalho, el chileno Charles Aránguiz y el mexicano Javier ‘Chicharito’ Hernández.
“La Bundesliga está dentro de una cultura diferente a la latinoamericana. Acá los jugadores necesitan tiempo para adaptarse. Pero se está expandiendo, gracias al aporte de jugadores como ‘Chicharito’ o Vidal. Quizás ellos puedan tener la opción, por ejemplo, de ir a la Premier League y ganar un poco más de dinero, pero el dinero no lo es todo”, explicó Matthäus. “Los jugadores tienen que estar contentos, y eso intentamos hacer: les mostramos que son importantes. En ese sentido, los futbolistas reciben mucho apoyo en Alemania”, aseguró.
Y Matthäus destacó el trabajo y la rápida adaptación que tuvo Javier ‘Chicharito’ Hernández, quien venía de jugar sin consolidarse en Inglaterra y España.
“Tuvo una gran temporada. Es uno de los goleadores del Bayer Leverkusen y de la Bundesliga. En el club están tan contentos con él como seguramente lo están en México. Tiene que quedarse en Leverkusen porque es un futbolista clave para el equipo. Él podría jugar en cualquier parte: ya estuvo en el Real Madrid y en el Manchester United, pero no jugaba todos los fines de semana. Podría cambiar de equipo, pero se arriesgaría a ser suplente. Un jugador como él, con su temperamento, necesita jugar”, declaró.
La competenciaMatthäus cree que la liga alemana cada vez gana más terreno internacionalmente. “La Bundesliga es ahora un torneo con mucho prestigio. No es casualidad que Josep Guardiola, después de ganarlo todo con Barcelona, haya querido probar suerte en Alemania, con el Bayern. Pero no es lo único: está la llegada de jugadores como Arturo Vidal, o la contratación de jugadores jóvenes, como Renato Sanches para el Bayern y Raphael Guerreiro para el Borussia Dortmund: ellos dos vienen de ganar la última Eurocopa con Portugal”, dijo.
Muy cercano al Bayern, donde jugó durante 12 temporadas, Matthäus cree que el club tendrá otro ambiente con la llegada del italiano Carlo Ancelotti, que ya ganó su primer trofeo, la Supercopa de Alemania. Y aunque no lo dice abiertamente, no parece muy satisfecho con la labor de Pep en su paso por el club.
“Carlo Ancelotti es diferente a Guardiola, quien hizo un trabajo magnífico en el Bayern. Ganó tres veces la Bundesliga y dos copas de Alemania dos veces. Pero lo que extrañábamos los bávaros es que el Bayern es una gran familia, y Guardiola sólo se concentraba en el resultado”, señaló. “Los fanáticos del Bayern Múnich lo respetan, pero nadie lo echa de menos como, por ejemplo, a Jupp Heynckes (con quien el Bayern ganó la última vez la Champions, en el 2013). Es importante hablar con los jugadores, que se rían, darles apoyo. Eso se perdió con Guardiola”, sentenció.
Matthäus también cree que el Bayern cambiará de estilo con la llegada del extécnico del Real Madrid. Ese estilo lo conoce de su paso por Italia, donde jugó cuatro años en el Inter.
“Ancelotti tiene otra mentalidad y juega otro tipo de fútbol. A Pep Guardiola le gusta más el tiquitaca, el juego de toque, de tener la pelota, pero Ancelotti no se preocupa tanto por la posesión. Le gusta llegar rápido al ataque, como cuando jugaba en el Milán en los 90, aquel en el que tenía como compañeros a Ruud Gullit, a Marco van Basten. Tiene un estilo italiano, pero diferente, porque fue dirigido por Arrigo Sacchi. Los mejores tiempos del Milán llegaron al Bayern con Ancelotti”, expresó, antes de cortar amablemente la charla y tomarse decenas de fotos, como cuando aún era jugador. Y aún lo parece.
El perfil de un jugador ganadorLothar Matthäus nació en Erlangen (Alemania) el 21 de marzo de 1961. Su primer club fue el Herzogenaurach, al que llegó a los 9 años. De ahí pasó al Borussia Mönchengladbach, donde debutó como jugador profesional en 1979. Al año siguiente hizo parte del plantel de la Selección de Alemania Federal que se coronó campeona de la Eurocopa.
Tras cinco temporadas fue transferido al Bayern Múnich, con el que logró tres títulos consecutivos en la Bundesliga y una Copa de Alemania, y con el que llegó a la final de la Copa de Europa (hoy, Liga de Campeones), que su equipo perdió con el Porto.
En 1988 se fue al Inter, donde logró ser campeón de la Serie A en la temporada 1988/1989 y de la Copa Uefa en 1990/1991. De ahí volvió al Bayern, con el que logró otras cuatro ligas, dos copas de Alemania y una copa Uefa. En 1999 volvió a jugar la final de la Champions, que el Bayern perdió increíblemente con Manchester United, con dos goles en tiempo de reposición. Además del récord de más partidos en los mundiales, es el jugador de más edad en actuar en la selección alemana: 39 años.
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes
* Invitado por Bundesliga y Fox Sports
