El jugador Daniel Alves solo ha mantenido una conversación telefónica con su mujer, la modelo Joana Sanz, desde que fue detenido el 20 de enero bajo sospecha de abusar sexualmente de una joven de 23 años.
La llamada fue "corta", según la prensa española, pero suficiente para que el brasileño dijera que tiene intención de seguir con el matrimonio.
Según el diario 'La Vanguardia', Daniel Alves dijo expresamente que no quiere perder a su esposa. "Él le dijo que la amaba", dice el informe. Joana Sanz, por su parte, habría mostrado voluntad de divorciarse.
A la modelo incluso le gustaría haber ido a prisión para hablar personalmente con Daniel Alves, pero el brasileño se negó a verla dentro del ambiente carcelario. Pero los abogados del jugador habrían adelantado cuál es el posicionamiento de la modelo.
Este martes, la prensa española informó que Joana Sanz había solicitado el divorcio. La noticia la dio a conocer un canal de televisión, pero la propia modelo parece haber negado que se fuera a separar.
Según 'La Vanguardia', personas cercanas a Joana Sanz aconsejaron a la modelo que no tome decisiones en este momento y que deje de hacer declaraciones públicas a través de sus redes sociales.
O GLOBO, DE BRASIL DEL GRUPO DE DIARIOS DE AMÉRICA (GDA)