Y colorín colorado este cuento ha terminado...
La Selección Colombia quedó eliminada del Mundial de Catar 2022 con todo éxito. Un baldado de realidad para el soberbio país futbolero que, siendo tan terrenal, se cree caído del sobaco del Padre Eterno.

Yerry Mina, en la derrota contra Perú 0-1, en Barranquilla.
Foto: Cristian Álvarez
Los reyes dirigenciales, los jugadores principitos, los alfiles de la dirección técnica y sus peones en los medios de comunicación perdieron la partida. Jesurún y González, los zares de la Federación, y su áulicos en el comité ejecutivo y la prensa tienen que darse golpes de pecho –¡sí, lo sé: soy un ingenuo!– por su soberbia inmensa para cambiar todo y quedarse sin nada, por su afán de ser jefes, de ser los mandacallar; los “esto se hace porque lo digo yo”; esa vaina tan colombiana que hace al portero feliz cuando se cree el dueño del edificio, y al dueño del edificio sentirse el Presidente de la República.
Sacaron a Pékerman, pusieron a Queiroz , lo reemplazaron por Rueda y mandaron aunque manden muy mal.
(No deje de leer: Selección Colombia: los 5 momentos claves de la eliminación de Catar 2022).
La clave es esa sobrevaloración patriotera de que somos más de lo que somos, de que esta es una nación superdotada en fútbol, tanto que pareciera que Brasil nos hubiera copiado el uniforme.
Pero eso no es lo más importante. Seguro. La clave es esa sobrevaloración patriotera de que somos más de lo que somos, de que esta es una nación superdotada en fútbol, tanto que pareciera que Brasil nos hubiera copiado el uniforme.
Ojo: si a Pékerman se le criticó dizque por malo y defensivo; si a Queiroz se le acusó dizque por ser malo y defensivo y a Rueda se lo condena hoy dizque por malo y defensivo (y más por su alineación titular que le ganó a Venezuela), entonces, ¿cuál es el problema?
En el fútbol lo más importante son los futbolistas, no los técnicos, no los directivos, no los periodistas, no los hinchas. Esa es la gravísima distorsión alentada por la crítica adoradora de entrenadores y directivos.
Nos faltaron cracs. Nos faltaron jugadores. No nos alcanzó el maravilloso Luis Díaz, sensación del Liverpool y esperanza de liderazgo no asumido en la Selección Colombia. Vean: cuando apareció Díaz, Colombia fue podio de la Copa América, le ganó muy bien a Chile y goleó a la suplencia juvenil de Bolivia.
(Le recomendamos: Luto Nacional: EL TIEMPO publica aviso fúnebre tras eliminación de Colombia).

Luis Díaz y su lamento tras el final del partido de las eliminatorias contra Venezuela.
EFE
Esto es simple: si con tres técnicos bien distintos el mal es el mismo, pues el lío está en los jugadores que, además, en la base son los mismos de esos tres técnicos. Si James, en la liga menor de Catar, voluntarioso, pero lento, todavía se ve superior de calidad, pues es un indicador de la realidad.
Si durante 7 partidos no se metió un gol, si los jugadores botaron, se comieron goles inauditos para ganar con un mísero 1-0 a Uruguay, Paraguay, Ecuador o Perú –¡a Perú, en Barranquilla!–, pues simplemente nos faltaron cracs, nos faltaron jugadores.
Se cree y se vende por patrioterismo que los Messi son de Amagá, los Cristiano, de Anserma, y los Mbappé, de Baranoa.
Se cree y se vende por patrioterismo que los Messi son de Amagá, los Cristiano, de Anserma, y los Mbappé, de Baranoa.
Por más malo o cobarde o irracional que sea Rueda, los jugadores son los primeros responsables.
No hay que descerebrarse para posar de genio y pedir el cambio de las “estructuras del fútbol colombiano”. Con esas mismas ‘estructuras’ veníamos de clasificar a dos mundiales seguidos, de hacer el más grande Mundial de nuestra historia en Brasil-2014 y de ser terceros en la Copa América.Colombia está exitosamente eliminada fundamentalmente porque estos son los jugadores que tenemos, los que hay los que hay, los que alimentan una soberbia y un patrioterismo que hoy hacen doler más esta eliminación. ¡Y sanseacabó!
‘No es justo quedar eliminados’: James Rodríguez
Selección Colombia: vea los goles fallados que llevaron a la eliminación
Video: Néstor Pékerman y el emotivo abrazo con los jugadores de Colombia
Meluk le cuenta
GABRIEL MELUK
Editor de DEPORTES@MelukLeCuenta