1. No hay generación de juego
El problema evidente desde la Copa América de Chile 2015 sigue evidente en la eliminatoria al Mundial de Rusia. El poco volumen de juego ofensivo se resalta en los pocos goles anotados y opciones creadas.
2. Defensa nueva y consolidada
Las apariciones de Óscar Murillo y Yerry Mina con buenas actuaciones cuando les tocó jugar hacen creer que Colombia encontró su nueva pareja de centrales titulares. Jeison Murillo, el que parecía indiscutido, perdió su lugar entre los inicialistas.
3. James Rodríguez, un año perdido
El nivel excepcional que tuvo en Mundial de Brasil 2014 no se vio nunca más ni en la Selección, ni en el Real Madrid. La poca continuidad en el equipo español hace efecto en el ‘10’, que no encuentra lugar. Su magia está apagada y su rabia interna, encendida.
4. Los laterales siguen en deuda
Santiago Arias y Farid Díaz no son ni la sombra de los que algún día significaron Camilo Zúñiga y Pablo Armero. En ataque, son pocas las oportunidades que les brindan a los volantes y en defensa no dan seguridad cuando son atacados.
5. Pékerman no encuentra el rumbo
Fallas en las nóminas iniciales, pocas variantes tácticas y errores en los cambios han sido recurrentes durante todo el 2016. José Pékerman todavía no le da la vuelta a la situación que ya se hace crítica porque Colombia termina afuera de los puestos de clasificación al Mundial.
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