La etapa de Carlos Queiroz en la Selección Colombia llegó a su final este martes, luego de que la Federación Colombiana de Fútbol, confirmara su desvinculación.
Se marcha tras dirigir 18 partidos, con un rendimiento del 59 por ciento, y con el peso de las derrotas contra Uruguay (0-3) y Ecuador (6-1) que derribaron su estabilidad en el equipo y llevaron a los directivos a dar un timonazo cuando van cuatro fechas de la eliminatoria al Mundial de Catar. Pero ¿cómo fue que un entrenador portugués, que estaba dirigiendo a Irán, terminó en Colombia para reemplazar a José Pékerman? ¡Cómo llegó? ¿Quién lo trajo?
La de Queiroz fue una novela que comenzó desde finales de agosto de 2018, incluso antes de que se confirmara la desvinculación de José Pékerman, tras la disputa del Mundial de Rusia.
Los directivos estaban divididos. Álvaro González Alzate, vicepresidente y dirigente muy influyente, quería un entrenador colombiano. Los nombres de Reinaldo Rueda y Juan Carlos Osorio estuvieron sobre la mesa. Pero uno, Rueda, ya estaba con Chile, y el otro, terminó en Paraguay, aunque tenía el deseo y las cláusulas para irse y llegar a la selección nacional.
Queiroz, mientras tanto, estaba en Irán, había dirigido en el Mundial de Rusia. Es decir, no estaba desempleado. Se trataba de un técnico prestigioso, pero lejano para el fútbol colombiano, sin conocimiento vivencial de la eliminatoria suramericana.
Pero mientra su nombre era acercado, los empresarios empezaron a moverse, a ofrecer entrenadores de diferentes nacionalidades. Incluso se habló con fuerza de la opción de Luiz Felipe Scolari, que estaba en Palmeiras. Fue cuando dos empresarios colombianos acercaron el famoso nombre de Carlos Queiroz.

Carlos Queiroz, entrenador portugués.
Reuters
El nombres les cayó de inmediato muy bien a los directivos, pues se trababa de un técnico europeo, de amplia experiencia mundialista, un prócer del fútbol juvenil en Portugal, experto en divisiones menores de selecciones, y quien luego dirigiría a las selecciones mayores de su país, de Emiratos Árabes, de Sudáfrica y de Irán. Un técnico de pergaminos y con mucho prestigio en el fútbol mundial. Con una hoja de vida intachable.
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Sin embargo, aquí surgió la polémica y el escándalo, porque estos agentes denunciaron que luego de acercar el nombre, fueron excluidos de la negociación. En su momento hablaron con EL TIEMPO y confirmaron que, primero, cada uno de manera individual, y, luego, mancomunadamente, presentaron a Queiroz como opción a la Federación. Y ellos mismos, después, afirmaron que habían sido apartados de la operación que asumió un agente extranjero.
Este supuesto agente extranjero corresponde al nombre de Medi, un empresario árabe, de quien se dijo que apareció en septiembre de 2019 en el entorno de la Federación para asumir los acercamientos y que cobraría una comisión por sus labor.
La Federación reaccionó de inmediato y negó dichas versiones. En un comunicado aseguró que no iba a pagar ninguna comisión a ningún intermediario por la vinculación de Carlos Queiroz como técnico de la Selección Colombia.
Jorge Enrique Vélez, quien era el primer vicepresidente de la Federación, le dijo entonces a EL TIEMPO : “Esa es una mentira. No hay ninguna comisión. Aquí no hay comisión para nadie. Lo primero que nos dijo Queiroz fue: ‘Yo no tengo intermediarios, ni me gustan. Yo no tengo nadie que hable por mí’. Incluso, la abogada que tiene es la hija”.
DT europeo
AFP
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Luego de que la Federación negara las versiones, se convencieron de que Queiroz era el técnico ideal, e iniciaron los encuentros, los diálogos, y la etapa de reconocimiento entre las partes.
Los primeros contactos oficiales se dieron en el hotel Savoy de Londres, el 24 de septiembre de ese año, donde el portugués se encontró con el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Ramón Jesurún, a propósito de la presencia de ambos en esa ciudad con ocasión de la entrega de los premios The Best, de la Fifa.
Posteriormente hubo otros dos contactos: una cena en Madrid, en noviembre, y un encuentro durante la final de la Copa Libertadores entre River y Boca, en la misma ciudad, el 9 de diciembre.
El comité ejecutivo mantuvo sus discusiones, pero como el abanico de opciones estaba más cerrado, González terminó por aceptar el DT extranjero, y admitió que Queiroz le había causado una muy buena impresión.
Los directivos, según se supo, quedaron impresionados con el entrenador. Les pareció un hombre simpático, que cautivaba con su discurso, de buen humor, y además, que era un gran conocedor del fútbol mundial. Jesurún y Jorge Vélez viajaron en enero de 2019 a Dubái (Emiratos Árabes) a finiquitar la vinculación del portugués.
"Nosotros casi todo el tiempo nos dedicamos a buscar al profesor Queiroz, miren ustedes la hoja de vida, es una hoja de vida riquísima en trabajos, en éxitos y realmente nos la jugamos con el nombre de él y a esta hora estamos casi listos de que puede ser el próximo técnico de la selección Colombia", comentó Jesurún días antes de la firma del contrato.

Queiroz ya está en Colombia.
Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO
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Queiroz finalmente llegó a Bogotá en febrero de 2019, con un escaso español, y empezó a preparar su proyecto en Colombia. Hizo microciclos con jugadores locales, empezó a entrevistarse con los referentes, como James Rodríguez, tuvo charlas con entrenadores del fútbol colombiano.
La idea era que hiciera una pequeña revolución en el fútbol colombiano. Que el equipo tuviera un nuevo salto de calidad, que superara el listón dejado por Pékerman.
Llegó con un numeroso cuerpo técnico que durante el tiempo fue cambiando, como cuando se dio la salida del preparador de arqueros Eduardo Niño y la llegada de un preparador europeo, el irlandés Des McAleenan.
Se sabía que Queiroz, en sus primeros meses en el cargo, vivía en Bogotá, que pasaba todo el tiempo en las oficinas de la Federación, donde armó una oficina de video para el análisis de partidos en todo el mundo. Que trabajaba día y noche.

Carlos Queiroz, técnico de Colombia.
EFE
Pero todo se fue deteriorando después de la Copa América de Brasil. El equipo se vio estancado, sin presentar una idea de juego realmente convincente. Durante la suspensión de competencias por la pandemia, Queiroz ni siquiera estuvo en el país.
Y el inicio de la eliminatoria resultó traumático. Las pésimas presentaciones de Colombia contra Uruguay y Ecuador, los resultados adversos, y la crisis interna del equipo, con versiones de prensa sobre supuestos altercados que fueron desmentidos por el propio James Rodríguez, terminaron por resquebrajar la confianza que se tenía en el entrenador, a quien el camerino se le salió de las manos.
Queiroz se marcha sin lograr lo objetivos, con solo cuatro partidos en la eliminatoria y cuatro puntos, casado con una idea de juego que se resistía al cambio. Por todo eso, la Federación toma la decisión de sacarlo. Tardaron unos día, definiendo el plan de pagos de su indemnización, que rondaría los dos millones de dólares. Al parecer, la relación se rompe en buenos términos, conscientes de que era insostenible su permanencia. Y se fue.
El hombre que llegó a enseñar un modelo europeo, se marchó por la puerta de atrás de la Selección Colombia.
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