Esta serie de dos partidos amistosos le sirvió a Carlos Queiroz, sobre todo, para poder darse cuenta de qué tiene, con qué cuenta, y qué puede implementar en la Selección. Como eso le llevará tiempo, y el trabajo ha sido –y será– mínimo antes de la Copa América, lo mejor era no modificar mucho y apelar a la memoria del equipo. Eso hizo en el primer juego, y ganó. En el segundo aprovechó para explorar opciones y probó a 8 nuevos, y perdió. Por ahora, era clave que empezara a conocer a su equipo. De los 23 jugadores pudo ver en competencia a 21 (menos a Montero y Tesillo). Su tarea ya arrancó, su sello se irá puliendo.
2. Alternativas: Díaz, el más destacadoDe estos dos ensayos, contra Japón y Corea, el jugador que más se destacó fue el volante Luis Díaz, que jugó unos minutos en el primer partido y los 90 en el segundo. Es un extremo que se puede mover por la derecha o la izquierda –aunque prefiere la izquierda–. Tuvo personalidad para encarar los juegos, no escondió su gambeta; fue irreverente y desequilibrante. Si Queiroz decide jugar con extremos, Díaz sumó muchos puntos para pelear un puesto. Podría pelear la posición con Muriel. El otro destacado es Sebastián Villa, que por la otra banda también mostró capacidad. Es una opción en el puesto de Cuadrado.
Tácticas de Colombia contra Japón y Corea by Camilo Manrique on Scribd
Los partidos amistosos dejaron dos preocupaciones notables: la primera es que Colombia sigue teniendo problemas en las laterales. Esta vez, sin Arias ni Fabra, jugaron Palacios y Orejuela, a la derecha, y Machado y Borja, a la izquierda. Les fue mejor a los del segundo partido, a Orejuela y Borja, pero sin ser todavía los hombres que brinden todas las garantías. Hay que seguir explorando o afianzando. La otra zona complicada fue la de los volantes de marca, donde ninguno sobresalió. Al menos, allí, hay variedad para definir la mejor pareja.
4. Las certezas: James, Falcao y la baseUna vez más quedó ratificado que la Selección tiene una base de jugadores que marcan diferencia y a la que se deben integrar y acoplar lo nuevos futbolistas que acerque Queiroz. Por ejemplo, en estos dos partidos James no necesitó hacer su mayor esfuerzo para demostrar que juega a un nivel superior que los demás. Falcao García es el goleador, el fijo del ataque; la pareja de centrales no tiene discusión, con Mina (si está bien físicamente) y Sánchez, y los ausentes en esta convocatoria tienen un puesto asegurado, Ospina, Arias y Cuadrado.
5. El tablero táctico, del 4-2-3-1 al 4-4-2Queiroz mostró en estos dos partidos amistosos dos modelos de juego. Se movió entre el 4-2-3-1 y el 4-4-2. La diferencia principal radica en la cantidad de delanteros, uno contra Japón, en el arranque; dos contra Corea, en el comienzo. El equipo se vio mejor con el primer sistema, más compacto, con un James más libre, y con más presencia ofensiva. Sufrió con el otro esquema porque sus delanteros son copias, el ‘9’ del ‘9’. No obstante, en cualquiera de los dos modelos, la clave pasa por la zona de volantes; allí, el dilema es si jugar con dos de furia, o mezclarlos. Jugaron Barrios-Lerma, Mateus-Cuéllar, Mateus-Barrios. Ninguna pareja fue sólida. Como conclusión, Queiroz mostró dos intenciones: quiere solidez defensiva y atacar con extremos. Es decir, equilibrio.
PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @PabloRomeroET