Hay un punto de referencia para entender a la Selección de Paraguay, o al menos para mirarla con cautela. Fue el partido de la fecha 15 de la eliminatoria cuando pasaron como un tanque por encima de a Chile (0-3). Lo aplastaron. Y se metieron en la pelea por clasificar al Mundial. Ahora es un rival de mucho cuidado para Colombia, el 5 de octubre, en Barranquilla. Su DT, Francisco Arce, dio a conocer la lista de 27 convocados, que son básicamente los mismos de ese avasallante partido.
Paraguay es un equipo en renovación, con una mezcla de futbolistas experimentados y jóvenes, sin grandes estrellas y con muchos jugadores del fútbol local: 13. De hecho, entre los convocados solo hay cinco que actúan en Europa, entre España, Francia, Italia y Ucrania. Y ninguno está en uno de los equipos grandes. No hay un James o un Falcao. Ninguno está disputando la Liga de Campeones. Esta nómina es modesta; no inferior.
Ya no hay un Saturnino Cardozo, un Roque Santa Cruz y ni siquiera uno más reciente como Haedo Valdez... La transición ha sido con dificultades. En esta eliminatoria ha tenido dos técnicos (Ramón Díaz y Arce). Pero, ojo, este no es Venezuela –y con Venezuela Colombia empató–. Este tampoco es Bolivia. Por hablar de los dos eliminados. Este equipo, aunque irregular, se ha vuelto fuerte de visitante y lo demostró en Santiago, donde no tuvo una noche de inspiración: fue una noche de pura y peligrosa garra guaraní.
Ese partido en Santiago es referencia porque Paraguay jugó el que puede ser su mejor partido de visitante, porque aprovecharon cada espacio, cada momento para contraatacar, y usaron lo de siempre, su juego aéreo. Sin embargo, para Arce serán partidos muy diferentes. “Los colombianos son distintos a los chilenos, son mucho más incisivos, tienen jugadores que son más directos. Falcao, por ejemplo, es un gran definidor, y no le podemos dar ventaja. Tenemos que prevalecer en el sector defensivo, y si somos superados en lo individual, tiene que estar el compañero en la cobertura”, señaló.
Los colombianos son distintos a los chilenos, son mucho más incisivos, tienen jugadores que son más directos. Falcao, por ejemplo, es un gran definidor, y no le podemos dar ventaja
A su equipo guerrero le faltará ahora una pieza que los engrana, Miguel Almirón, que se lesionó recientemente. Que no esté él contra Colombia no es un hecho aislado, pues ha jugado los últimos cuatro partidos del equipo guaraní. A sus escasos 23 años es el hombre que intenta guiar y poner el fútbol a la garra. “Tenemos gente, no igual a él, pero que puede servirnos para el partido que queremos plantear”, advirtió Arce. Tampoco actuarán los defensores Paulo da Silva y Junior Alonso, por acumulación de amarillas. Además, Cristian Riveros, el jugador de Olimpia, tiene problemas físicos y quizá no llegue al juego contra Colombia. Todo eso sirve.
¿Entonces, qué tiene?
En esta convocatoria paraguaya, en la que no sobresalen figuras en Europa, sí hay hombres que ya son parte y alma de esta selección. Por ejemplo, Lucas Barrios, de 32 años y de presente en el Gremio de Brasil. Fue titular en los dos últimos partidos de la eliminatoria, como único hombre de ataque. Pero ahí también esta Cecilio Domínguez, del América de México, como otra posibilidad. Y los Romero, Óscar y Ángel, que han sido importantes en el esquema que plantea el ‘Chiqui’ Arce.
Hay otros veteranos de mil batallas paraguayas. El arquero ya es un viejo conocido en Colombia, Antony Silva, quien atajó en Tolima y el Medellín, y actualmente en Cerro Porteño. El otro es el aguerrido volante Víctor Cáceres, de 32 años y jugador del Cerro Porteño. Él es el motor, el hombre que muestra los colmillos.
Lo curioso es que ese mismo Paraguay que fue y logró una gesta en Chile, luego llegó a su casa y perdió con Uruguay, 1-2, en la pasada fecha de la eliminatoria, con casi los mismos hombres, con Moreira, de River, con los Romero, con Cáceres, con Almirón, con Barrios... Sin embargo, ese parece ser el equipo que más convence a Arce. Antes del juego en Chile, cuando jugaron en Brasil, de donde se marcharon con tres goles en el equipaje, el equipo era muy diferente. Este es otro, y parece más consolidado.
PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
Twitter: @PabloRomeroET
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