James Rodríguez tuvo este martes, frente al Schalke 04, 90 minutos para recuperar la confianza, para volver a sentirse importante, pero sobre todo, para demostrar una vez más que es un jugador de élite. Marcó un gol, hizo una asistencia brillante, provocó un penalti y el portero le impidió celebrar un segundo tanto. Fue la gran figura del triunfo del Bayern Múnich 0-3, en su primera aparición como titular en la Bundesliga.
“Contento por marcar mi primer gol con la camiseta del @fcbayern”, escribió James en su cuenta de Instagram, con una foto en la que aparece de espaldas, celebrando el tanto.
Hasta este martes, James solamente había jugado 12 minutos en el partido frente al Hoffenheim, que el Bayern perdió 2-0. Estuvo en el banco, sin entrar ni un minuto, en la fecha pasada, cuando su equipo goleó 4-0 al Mainz. Ahora jugó su primer partido oficial completo con el club bávaro, aunque el técnico Carlo Ancelotti quiere llevarlo muy lentamente, tras la lesión muscular que lo sacó de las canchas durante más de un mes.
“James jugó muy bien, con buenas combinaciones para el beneficio del equipo, pero físicamente todavía no está en el 100 por ciento”, declaró Ancelotti al final del partido, a la cadena de televisión Sky. Y no quiso destacar a ningún jugador en particular.
“Hemos jugado bien desde el principio hasta el final, con mucha intensidad y defendido de forma compacta, pero este martes todos eran fuertes, así que es difícil escoger a un jugador, estoy contento con todo el mundo”, agregó el italiano, que poco a poco comienza a calmar el ambiente tenso que vivía su equipo en las primeras fechas del campeonato.
James Rodríguez, volante colombiano.
EFE
En el papel, James iba a jugar por la banda derecha, donde, normalmente, actúa el holandés Arjen Robben, quien no pudo jugar este martes, aquejado de una gripa. Pero el colombiano tuvo libertad para moverse por todo el frente de ataque y por eso, no solamente fue socio de todos, sino que también fue rematador.
Ya en los primeros diez minutos, James dejó dos veces a sus compañeros cerca del gol, primero a Thomas Müller y luego a Sebastian Rudy. Y también de su pie izquierdo salió la jugada que generó el primer gol: a los 24 minutos, entró al área por la izquierda, la zona contraria a la que había ocupado al comienzo del partido, y tiró un centro. El zaguero brasileño Naldo levantó la mano y frenó el balón. Increíblemente, el juez tuvo que recurrir al VAR para sancionar una acción que era supremamente clara. El polaco Robert Lewandowski anotó el 0-1.
Schalke, que poco antes del penalti había anotado un gol, en una acción bien anulada por fuera de lugar, también exigió al portero Sven Ulreich, quien reemplazó al lesionado Manuel Neuer. Pero aún faltaban más cosas para James: anotó el 0-2 a los 29 minutos, con un remate de zurda a ras de piso y bien pegado al palo de la mano izquierda del arquero Rafl Fährmann, luego de una asistencia del francés Corentin Tolisso.
En el segundo tiempo, James volvió a la banda derecha y allí se convirtió en el socio de todos. Dejó a Müller de nuevo de frente al gol y el artillero del Mundial del 2010 estrelló la pelota en el palo. Y luego, con un pase en globito, dejó a Arturo Vidal (quien había reemplazado a Tolisso) listo para anotar el 0-3. El chileno ni siquiera dejó caer el servicio del colombiano y le metió un derechazo. Golazo.
Como si faltara algo más, James pudo haber anotado el cuarto del Bayern y el segundo en la Bundesliga, pero Fährmann lo evitó, a dos minutos del final del tiempo reglamentario.
El Bayern aparece hoy en un lugar habitual en las últimas temporadas, el primer puesto de la tabla de la Bundesliga, con 12 puntos en cinco partidos, a la espera de lo que hagan este miércoles el Borussia Dortmund, que visita al Hamburger SV, y el Hannover, que juega en la casa del Freiburg. Y buena parte de esa recuperación se debe a la gran noche de James, que vuelve a tomarse confianza.
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes
En Twitter: @josasc