El león de Santa Fe llegó a los 81 años, pero no jadea, no envejece. Es un león insaciable, fuerte y vigoroso, de larga melena, de finos colmillos. El león se pasea por sus 81 años con sus rugidos estentóreos, que braman que es el primer campeón de Colombia. Lleva para la fiesta una corona de nueve estrellas, certificado de su reinado, y un escudo rojo y blanco sobre el pelaje.
El alegre parto fue el 28 de febrero de 1941. Ese día el fútbol dio a luz a un equipo destinado a luchar, sufrir y vencer. Lo bautizaron Santa Fe, como si quisieran que su destino fuera sagrado. Le pusieron rojo y blanco, como si la propia sangre bañara la armadura. Luego adoptaron un depredador como mascota, para que reinara. También inventaron un escudo cuyo corazón es un punto rojo. Y se hicieron llamar los cardenales.
Llevan nueve estrellas, y los hinchas las recitan con orgullo: 1948, 1958, 1960, 1966, 1971, 1975, 2012-1, 2014-ll, 2016-ll. Así entraron a la gloria. Trajeron figuras entrañables, como los de la ‘P’ de Perucca, Pontoni, Perazzo, Panzutto y Pandolfi. Hicieron ídolos, como ese de cabeza brillante llamado Omar Pérez. Ese de piernas de acero, apodado Tren Valencia. Ese de saltos de ángel, al que coreaban Gottardi. Ese que le ganaba en velocidad al viento, de nombre Ernesto Díaz, y ese al que llamaron, con total reverencia, maestrico Cañón.
¡Feliz Cumpleaños 🥳 León!
— Independiente Santa Fe (@SantaFe) February 27, 2022
Nuestros hinchas celebran los 81 años del Primer Campeón 🇲🇨#Los81DelLeón 🦁 pic.twitter.com/LWNbDttMjV
En ocho décadas muchas cosas han pasado: los triunfos memorables y las derrotas implacables. Es que la historia de Santa Fe ha sido de perseverancia. Los 37 años sin ganar una estrella fueron su gran debacle. Podrían extinguir una afición, pero no a esta, que se hizo de piedra para aguantar, hasta volver a reinar. En 2015 el club conquistó el continente, al ganar la Copa Sudamericana, y luego se hizo dueño de la Suruga Bank, dos conquistas que los santafereños exhiben con orgullo.
La familia cardenal está de fiesta. Las banderas se ondean y el pecho está inflado. Las 81 velas ya ni caben en el pastel, y no importa, porque este león ruge fuerte, con garra y pasión, como cuando fue el primer campeón.
Pablo Romero
Redactor de EL TIEMPO
@PabloRomeroET
Carlos Queiroz, explosivo: desmiente a Álvaro González, le dice 'mentiroso'
Luis Díaz: esta es la millonada que ganó el Liverpool con su primer título
Rafael Nadal sigue siendo el rey: campeón del Abierto de Acapulco