Dos acciones en el área de Millonarios, por sendas manos de Andrés Felipe Cadavid, generaron un airado reclamo de los jugadores y el técnico de Equidad, en el partido que les dio a los azules la clasificación a las semifinales de la Liga. Las manos en el área existieron. ¿Eran penaltis?
“Tocar el balón con la mano implica la acción deliberada de un jugador de tocar el balón con la mano o el brazo. Se deberá tener en cuenta lo siguiente:
• El movimiento de la mano hacia el balón (no del balón hacia la mano); • La distancia entre el adversario y el balón (balón que llega de forma inesperada); • La posición de la mano no presupone necesariamente una infracción”.
En el caso de la primera mano de Cadavid, la pelota le rebota primero en la cabeza, por lo cual no sería infracción. Y la segunda fue a corta distancia, menos de un metro.
Sin embargo, el juzgamiento de esas acciones también depende mucho del criterio del juez. “El futbolista, independientemente de su intención, le da más espacio a su cuerpo e impide que la pelota siga su curso. En otras palabras: ellos se tienen que hacer responsables de la manera en que salen a marcar”, declaró el exárbitro argentino Horacio Elizondo, hoy Director Nacional de Arbitraje de ese país, al diario La Nación.
Una circular enviada a los árbitros españoles antes de comenzar esta temporada dice lo siguiente sobre el tema: “En las manos hemos concluido que un jugador que por acción u omisión invada un espacio por el que circula o iba a circular el balón y este sea interceptado por la mano o el brazo del jugador, deberá ser sancionado. Por el contrario, si un jugador toca el balón con la mano en un claro gesto de evitarlo, o porque le llega a su mano o brazo rebotado de sí mismo, o porque con el brazo o la mano apoyado en el suelo el jugador intercepta el balón, no sería punible, por lo que no se debe sancionar como infracción”.