A sus 61 de edad, falleció este jueves en Santa Marta Radamel Enrique García King, padre del futbolista Falcao García. Radamel, que nació el 16 de abril de 1957, fue jugador profesional, defensor central de diferentes equipos colombianos.
Se inició como futbolista en la selección Magdalena, pero debutó en Santa Fe, en 1977. Allí estuvo en primero hasta 1978, regresó entre 1980-1983. Jugó con el equipo cardenal la Copa Libertadores de 1980, y en total disputó 156 partidos.
Además, jugó en Junior, Unión Magdalena, Deportes Tolima, Bucaramanga y Medellín. También tuvo un paso por el fútbol venezolano, en equipos como Táchira, Mineros y Monagas, del que fue jugador y director técnico.
"Fortaleza a la hora de ir por el esférico, recio a la hora de enfrentar los delanteros rivales, muy fuerte en el juego aéreo, algunas de sus virtudes", recuerda Santa Fe en un mensaje de condolencias.
Además, participo con la Selección Colombia en los Juegos Olímpicos de Moscú, junto a jugadores como Astolfo Romero, Benjamín Cardona, Alexis García, Pedro Sarmiento, entre otros. El equipo era dirigido por Eduardo Julián Retat.
Jugó 360 partidos profesionales y marcó 14 goles. Se retiró como futbolista activo en 1996. Se caracterizó por ser un zaguero central espigado y fornido, capitán de varios equipos.
Además, fue técnico de Alianza Llanos en 1997. Ese año el equipo descendió de la B a la C. Irónicamente ese fue el último año dónde hubo descenso en la B. También incursionó como DT en categorías menores, como en el Club Deportivo La Gaitana, en Bogotá, y como asistente técnico.
Desde que nació su hijo, Radamel se dedicó a forjar su carrera como futbolista, aunque primero le permitió incursionar en el béisbol, durante su estadía en Venezuela. Posteriormente, acompañó y guió a su hijo, al que le puso de nombre Falcao, como el brasileño Paulo Roberto Falcao, para que se convirtiera en el futbolista que es hoy en día.
Sus allegados lo describen como una persona agradecida, buen amigo, que siempre estuvo pendiente de la carrera de su hijo, que descubrió su motricidad desde que era muy pequeño y que nunca dudó de su talento. Radamel dejó huella en el fútbol y, de paso, forjó a un goleador.
REDACCIÓN DEPORTES
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