El tercer episodio del superclásico del fútbol colombiano entre Millonarios y Nacional en 26 días se resume rápido: ganaba Millos 1-0 con un penalti pateado por ‘Carachito’ Domínguez y controlaba el juego hasta que expulsaron a John Duque antes del descanso. Con el hombre de más, Nacional hizo un obvio monólogo de ataque en el segundo tiempo frente a un Millos que decidió aguantar y rechazar a borde de área. ¡Y se salvaba! Incluso Wuilker Faríñez le atajó un penalti a Dayro Moreno. Pero, de tanto martillar, Nacional rompió el candado: cabezazo de Andrés Rentería para el 1-1 definitivo, en un partido con trámite a lo que se ve en el fútbol argentino de ahora, puro meter-meter y correr-correr y luchar-luchar sin genio ni ingenio.
Y en ese juego resultó enorme y definitivo el portero Faríñez, que, además del penalti, atajó otros siete remates a gol, volando, alargando el brazo, arañando la pelota y achicando a la velocidad de relámpago.
El técnico de Millonarios, Miguel Ángel Russo, tras sus incapacidades médicas regresó al banco técnico con novedades tácticas. No empleó su repetido 4-2-3-1. Jugó con dos delanteros en punta (Del Valle y Ovelar) y armó una doble línea defensiva, un 4-4 así: sacó a Duque del centro y lo tiró a la derecha. En la izquierda paró a Huérfano. Domínguez era el eje en el centro, donde le hacía la segunda,Macalister Silva. ¡Una sorpresita para Nacional!
Con la expulsión de Duque mantuvo su 4-4 de seguridad. Metió a Carrillo, sacó a Huérfano y reorganizó su línea así: Del Valle bajó a la derecha, Carrillo hizo pareja con ‘Carachito’ en el centro y Macalister pasó a la izquierda.
Nacional, por su parte, estuvo confundido en su 4-1-4-1 y aunque quiso presionar arriba, fue lento y sin talento en el primer tiempo. Su técnico, Jorge Almirón, no tuvo otra que jugar todas sus fichas al ataque con el ingreso de Vladimir Hernández y del central Henríquez (relevó al horrible Aguilar). Ojo: fue el central quien, desde atrás, dio la claridad de salida con pases filtrados y pelotazos a la izquierda de la defensa de Millos, donde estaba el hueco.
El partido cambió con la roja directa a Duque, a tres minutos del intermedio. A la velocidad de la jugada y por la voltereta de Rentería, el juez Mario Herrera vio planchazo, pero la cámara lenta demostró su grave error: Duque se barrió y sacó el balón sin tocar al rival, que en cambio lo pisó.
El tercer superclásico en menos de un mes se marcó por un grave error del juez y las atajadas de Faríñez.
Meluk le cuenta…
Gabriel Meluk
Editor de Deportes
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