Santa Fe no se traiciona. Juega a lo que mejor sabe, a la idea que estructuró su técnico, Gregorio Pérez. Así, sin preocuparse por las críticas de quienes exigen un juego más estético, ha cabalgado todo el campeonato en la parte alta de la tabla y tiene 34 puntos.
El pasado sábado dejó un precedente importante: derrotó al SuperJunior, el que no había perdido en su casa, el que juega el fútbol que más está gustando en la Liga, el que tiene (y tuvo el sábado) a Teo Gutiérrez y a Yimmy Chará.
A ese Junior, que es favorito del campeonato, Santa Fe le ganó 0-1 sin ser superior, haciendo apenas lo justo, lo estratégico: anotar el gol que hizo la diferencia y trabajó para no recibir anotaciones. Así, con esa estrategia, ha sido toda su campaña. Y ahí va, peleando.
La defensa: la mejor de la Liga. Es un principio de su juego, bajo la idea del DT Pérez. Santa Fe es sólido atrás, con la defensa menos vencida de la Liga: solo 7 goles en contra. Defiende con cuatro hombres, pero apoyados por un medio campo fuerte, con tres volantes de recuperación y presión.
Contragolpe: arma letal. A su juego defensivo le inyecta una transición veloz al ataque. Cuando recupera la pelota no se pone a dar vueltas: hace dos o tres pases verticales y sale rápido con sus volantes externos y laterales. Casi nunca hay un diez, entonces no requiere esas pausas.
Efectividad: la que le queda la mete. No es de ganar por muchos goles. Hace lo justo. En Barranquilla metió la opción que tuvo y se llevó tres puntazos. Sin generar muchas opciones, ha ganado 11 partidos, siendo con Nacional los más ganadores. No necesita belleza para tener ese rendimiento.
Sacrificio: el gen del equipo. El factor clave que puede resumir el trabajo de Santa Fe en este semestre es el sacrificio de sus jugadores, en el sentido de que hay mucha solidaridad entre líneas. Este equipo corre mucho, en bloque, con presión y con labores tácticas muy precisas y juiciosas.
DEPORTES
Comentar