¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Fútbol Colombiano

Eduardo Pimentel y escándalos con árbitros: una historia repetida

Eduardo Pimentel, en un partido contra Nacional en 2006, quejándose contra el juez Hárold Cardona. a

Eduardo Pimentel, en un partido contra Nacional en 2006, quejándose contra el juez Hárold Cardona. a

Foto:Archivo EL TIEMPO

Las quejas contra los jueces y su temperamento arman una mezcla explosiva. 

Desde que era jugador, Eduardo Pimentel fue polémico y más de una vez tuvo que pagar sanciones. Fue el jugador con más expulsiones en la Liga hasta la aparición de Gerardo Bedoya. Tuvo 33 tarjetas rojas en su carrera como futbolista. Y siempre estuvo marcado por el escándalo.
El de Pimentel es un caso atípico para el fútbol colombiano. No fue un jugador de origen humilde, sino que estudió en uno de los colegios de más alcurnia en Bogotá, el Gimnasio Moderno. A pesar de que en ese claustro nació Independiente Santa Fe, él llegó al profesionalismo en Millonarios. Y de ser un volante de creación, se volvió el símbolo de la garra bogotana.
En la época en que comenzó la rivalidad entre Millonarios y Nacional, a finales de los años 80, Pimentel tomó la bandera azul y calificó el juego de los verdes como ‘futbolito’.
Los duelos fueron durísimos, a tal punto de que, luego de un partido con Nacional en el octogonal de 1988,
Acusación de Eduardo Pimentel en 1988.

Acusación de Eduardo Pimentel en 1988.

Foto:Archivo EL TIEMPO

La disputa con Francisco Maturana fue tan fuerte que cuando el DT llegó a dirigir al América, en 1992, Pimentel, que había llegado a ese club en 1990, pidió irse.
Luego de su retiro, en 1997, Pimentel se alejó del fútbol. Pero volvió en 2001, con el proyecto de armar su propio equipo, el Chicó Fútbol Club. Dos años después logró el ascenso, no exento de polémica.
La final por el cupo a la A fue contra Pumas de Casanare. El partido de ida, en el estadio de la Universidad Nacional, lo ganó 1-0 y terminó con bronca: el gobernador de Casanare, William Pérez Esquivel, se metió a la cancha y agredió al cuarto árbitro.
Pimentel aseguró que en un partido previo en Yopal le habían puesto un revólver en el estómago y que no se presentaría al juego de vuelta si no había garantías.
Así entró Eduardo Pimentel a la cancha del estadio de Yopal el día de la final de la B, en 2003.

Así entró Eduardo Pimentel a la cancha del estadio de Yopal el día de la final de la B, en 2003.

Foto:Archivo EL TIEMPO

El ambiente de guerra duró hasta el partido de vuelta. La entrada a la cancha de Pimentel fue en medio de los escudos de la Policía. Y para completar, la floja actuación del árbitro Albert Duarte ayudó a dañar todo: validó un gol con la mano de Anuar Guerrero, de Chicó, y luego pitó un penalti que no era para Pumas y expulsó al arquero visitante, Armando Navarrete. Chicó no llevó portero suplente y terminó tapando un delantero, Luis Yánez.
El juego terminó 1-1 y el ambiente fue tan pesado que a los jugadores los recogió el bus en la cancha y los llevó al aeropuerto, sin siquiera tener tiempo de cambiarse y bañarse.

Más contra los árbitros

La queja de Pimentel contra los árbitros no es nueva. Llegó incluso, en 2005, a arrendar un espacio en el Canal Uno para hacer un programa de televisión en el que iba a denunciar la persecución contra el ya convertido en Boyacá Chicó y denunciar la corrupción arbitral.
En 2008, cuando Boyacá Chicó fue campeón, hubo otro escándalo. El árbitro Wílmar Roldán acabó el partido justo cuando los ajedrezados terminaban un ataque que acabó en el que pudo haber sido el 1-2 para los ajedrezados. “Por ahora no puedo hablar más, porque luego me hacen pagar 55 millones”, dijo.
Pero terminó hablando un mes después. El juez Mauricio Sánchez pitó un penalti inexistente en un juego contra Once Caldas y Pimentel explotó:

Que me vuelvan a multar, pero tiene que haber una depuración del arbitraje

Un grupo de árbitros mandó una carta al entonces presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis Bedoya, pidiendo que no los volvieran a designar para los partidos del Boyacá Chicó. Pimentel renunció a la presidencia del club, pero no se salvó de la sanción: casi 61 millones de pesos de multa y el club se quedó sin representación en cinco asambleas de la Dimayor.
El 10 de septiembre de 2015, en un partido contra Equidad, Pimentel, de nuevo DT del Chicó, entró a la cancha e intentó agredir al árbitro Ulises Arrieta.
Eduardo Pimentel, en el juego Equidad vs. Boyacá Chicó, en 2015. William Zapata, jugador del ajedrezado, lo agarra para impedir que agreda al árbitro.

Eduardo Pimentel, en el juego Equidad vs. Boyacá Chicó, en 2015. William Zapata, jugador del ajedrezado, lo agarra para impedir que agreda al árbitro.

Foto:Archivo EL TIEMPO

En ese entonces, ya activo en Twitter, dijo que ese juez siempre los perjudicaba y que era una retaliación porque el hermano del árbitro, Alexander Arrieta, quien fue jugador del ajedrezado, fue dejado libre por el club. En aquella ocasión la sacó barata: cuatro fechas de suspensión y 2,5 millones de pesos de multa.
Con Luis Sánchez, el juez que pitó el partido entre Boyacá Chicó y Alianza Petrolera (y que derivó en una acusación suya, según la cual los apostadores manejan el fútbol colombiano), ya había tenido un incidente en 2016. En un partido contra Nacional, el 14 de agosto de ese año, Pimentel lo agredió. Esto escribió Sánchez en su informe:

“(Pimentel) me hala la camiseta a la altura del cuello y luego con sus manos empuñadas me golpea el abdomen (...)”,

Pimentel recibió un año de sanción y fue multado con 34 millones de pesos. “Asumo y acepto. Me dejé provocar, jalé de la camiseta, empujé suave pero nunca hubo puño. Mienten, ahí es donde está la maldad del honorable”, trinó entonces.
Ahora, tras un nuevo intento de agresión a Sánchez, el dirigente ofreció 50 millones de pesos a quienes le entreguen pruebas de corrupción arbitral y de interferencia de apostadores en el fútbol. Ya publicó una foto en sus redes sociales entregando un fajo de billetes.
Este martes se reúne la comisión disciplinaria. Y el miércoles hay asamblea de Dimayor. Pimentel sigue calentando el ambiente.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO