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Fútbol Colombiano

Meluk le cuenta... (La peste desnuda las pestes de nuestro fútbol)

Gabriel Meluk.

Gabriel Meluk.

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Ha permitido ver la fragilidad de su estructura, de sus equipos, de su dirigencia.

Gabriel Meluk
“Lo peor de la peste no es que mata los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso”, dicen que escribió Albert Camus, aunque al parecer no lo hizo. En su famosa novela La peste simplemente no aparece esa línea. Pero, sea como haya sido, la frase es demoledora por su crudeza.
La peste del nuevo coronavirus ha desnudado también el alma del fútbol colombiano y ha permitido ver la fragilidad de su estructura, de sus equipos, de su dirigencia.
Ha sido un espectáculo horroroso la soberbia de todos los directivos: de los elegidos, de los opositores, de los no opositores, de cada presidente o dueño de equipo, que, como don Trino Epaminondas Tuta, tienen ‘la jeta redonda de decir oro’ y se la pasan repitiendo que si es que su plata no vale, en una burda e infantil comparación de quién la tiene más grande... La chequera, claro.
La peste desnuda las almas y dispara las lenguas: que ya se van a caer todos por el lío de la reventa de las boletas, que Luis Bedoya está cantando hasta La cucaracha en Estados Unidos, que en la Federación de Fútbol unos se agarran con patas y manos a sus puestos mientras otros pagan por un escondedero y unos más pasan agachados a la espera de que ocurra la tormenta para tomar la rama de olivo cual mansas palomas...
El espectáculo ha sido horroroso: se acusan de chanchulleros, de corruptos, de mafiosos, de ignorantes e ineptos; se gritan de un lado y se gritan del otro; se acusan de favorecer a familiares y amigos, y usan a familiares y amigos para atacar al rival...
La evidente crisis económica por la suspensión de la Liga empelotó la escuálida estructura financiera de los equipos, de la Dimayor como gerente y administradora de los torneos profesionales y de la Federación como entidad rectora.
La crisis reveló que, como ocurre en el mundo entero, el peso económico lo tiene la TV, que estrenaba el polémico modelo de canal pago que impera en el fútbol mundial, y que el patrocinio general de la Liga, aunque ayuda, es insuficiente. Quedó expuesto que el gran malestar es el fallido contrato multimillonario de TV internacional, que solo sirvió para que se hicieran las cuentas de fábula de La lechera.
La peste de la covid-19 desnudó, otra vez, los vicios del triángulo parcelado Federación-Dimayor-Difútbol y que el cambio de estatutos de la Federación –¡de hace 15 años!– solo sirvió para dejar la dictadura de 30 equipos chicos. 30 votos que valen oro. 30 votos que hay que amarrar. 30 votos a los que hay que untarlos con mermelada.
La peste desnudó, además, los torneos exprés atiborrados de partidos, la desigual repartición del dinero para los que tienen la audiencia de TV, y evidenció la ausencia de infraestructura financiera, deportiva y empresarial de equipos sin mercadeo ni comercio real. La estructura del campeonato, de los clubes y de la organización general debe cambiar.
Como ya se sabía, quedó expuesto que el nuevo Ministerio del Deporte no es nada diferente ni mejor que el viejo Coldeportes, solo que ahora tiene un letrero de luz de neón. Este ‘Mincoldeportes’ de siempre ha tenido la posibilidad de sancionar y retirar reconocimientos, pero nada: ahí siguen los mismos de antes haciendo lo de siempre...
El espectáculo ha sido horroroso: el dueño del América, por ejemplo, califica de “bufete de extorsionistas” a la Asociación de Futbolistas, que, por su parte, exige respeto y rectificación pública, mientras tira su red en cada remolino del río revuelto de la crisis a ver si por fin pesca su participación en el negocio y su administración. Sin embargo, ya antes de la peste había mostrado que es flaca y no tiene fuerza de presión
En fin: la peste del nuevo coronavirus deja al desnudo la fragilidad general, estructural, del fútbol local y su dirigencia, que, además, nos ha ofrecido un espectáculo horroroso, como dijo –o quizás no dijo– Albert Camus...
GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
@MelukLeCuenta
Gabriel Meluk
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