A pesar de las adversidades, sin tener un delantero goleador disponible en la nómina, Santa Fe se las ha arreglado para hacer una gran campaña. Faltan ocho fechas para terminar la fase todos contra todos en la Liga, y el equipo que dirige el uruguayo Gregorio Pérez ya tiene asegurada, virtualmente, la clasificación a los cuartos de final.
Las cifras de la campaña son muy buenas: a pesar de no marcar muchos goles (15 en 12 partidos), Santa Fe ha sido práctico. Ganó 10 de los 12 encuentros (eso sí, ninguno por más de dos goles de diferencia). Sacó un empate sin goles frente a Patriotas, en Tunja, y solo perdió un juego, de manera sorpresiva, frente a Tigres, en condición de local.

Baldomero Perlaza y Ómar Pérez celebran el gol que le dio el título a Santa Fe de la Superliga.
Juan Diego Buitrago / EL TIEMPO
“Hay que seguir trabajando para crecer como equipo. Queremos seguir sumando por la reclasificación, así que no vamos a bajar los brazos. Después de perder un partido, no caemos en el siguiente; eso habla de la entereza del grupo. Seguimos humildes, pero tratamos de ganar siempre y alcanzar un alto puntaje”, dijo el DT Pérez después del triunfo del domingo 1-0 frente al Deportivo Pasto, en el que se afianzó como líder, con seis puntos de ventaja sobre el segundo, Junior de Barranquilla.
Cifras récordSanta Fe no es el equipo que más puntos ha hecho hasta la fecha 12 en los torneos cortos, pero quedó muy cerca de la marca que impuso Nacional el semestre pasado, cuando, a estas alturas del campeonato, llevaba 32 puntos. Los 31 alcanzados hasta ahora sí le permiten afrontar el resto de esta fase con cierta tranquilidad. Sin embargo, la reclasificación es otro de los objetivos rojos.
Hoy son terceros, con 59 puntos, uno más que Cali, que ha jugado seis partidos más, y cinco por encima de Millonarios, que tiene cuatro juegos más. La campaña del semestre ha servido para compensar el hecho de que Santa Fe no clasificó a las fases finales de la Liga en el primer semestre, hecho que le costó el puesto al antecesor de Pérez, el argentino Gustavo Costas, quien renunció.
Cabe recordar que la reclasificación entrega una casilla para la Copa Libertadores y cuatro para la Copa Suramericana. Este año, a Santa Fe ya se le terminó la participación internacional, así que la meta es volver a obtener un cupo, bien sea para la Libertadores, una vieja obsesión del presidente César Pastrana, o para la Suramericana, que ya ganó en 2015.
La marca que sí superó Santa Fe es la del equipo que menos goles recibió en las primeras 12 fechas del torneo. Apenas le marcaron tres tantos, dos de Once Caldas y el de la derrota frente a Tigres.
Wilson Morelo alcanzó a marcar cuatro goles en los cinco partidos que jugó, antes de volver a lesionarse. Jhon Pajoy lleva tres. El goleador de la Liga, Yimmi Chará, del Junior, ha marcado nueve. Ante la falta de un goleador, Santa Fe se las ha arreglado con una fórmula más que conocida: la pelota quieta: ha conseguido 18 de los 31 puntos por esta vía.
Pero lo que más ha tenido que trabajar el técnico es la cabeza de los jugadores, para superar las dos eliminaciones recientes, una en la Copa Colombia (en cuartos de final, frente al Medellín) y otra en la Suramericana (en octavos, contra Libertad de Paraguay).
“Sabíamos que el partido con Pasto iba a ser difícil, por lo anímico y lo mental, porque quedamos golpeados por la eliminación en Copa Suramericana. No es fácil volver a jugar 72 horas después”, explicó Pérez en la rueda de prensa. La cabeza de Santa Fe ya está completamente en la Liga, donde quiere sumar, sumar y sumar.
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes
En Twitter: @josasc
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