Daniel Cataño quedó señalado por muchos hinchas tras la final de la Liga entre Tolima y Nacional. El domingo pasado, cuando el partido iba 2-0 y con eso Tolima igualaba la serie, Cataño erró un penalti y luego fue expulsado por golpear en el rebote al portero Kevin Mier.
Posteriormente, en el tiempo de reposición, Jarlan Barrera anotó, de cabeza, el gol del título de Nacional: pese a perder 2-1, los verdes se quedaron con el título por haber ganado 3-1 en el juego de ida.
El jugador, que está en el Vinotinto y oro hace cuatro años, tras su paso por el Medellín, vivió horas difíciles luego de la final del domingo, pero tuvo la tranquilidad, al menos, de que los hinchas del Tolima lo aplaudieron cuando entró el miércoles en el partido contra Flamengo.
En entrevista con el VBar Caracol, Cataño se desahogó. "Ya estoy más tranquilo. Siempre fue en parte gracias a la gente que me apoyó, a mi familia. Yo nunca generalizo a todos los hinchas, hay unos que han apoyado, también hay hinchas que han hecho la situación más compleja, pero en el estadio pudimos sentir un apoyo", dijo.
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Cataño explicó por qué fue él quien cobró el penalti, cuando en la cancha había artilleros como Juan Fernando Caicedo. "La última persona que había hecho un gol de penalti en el equipo fui yo. Normalmente, el que cobra los penales era Sergio Mosquera, pero no pudo participar en los últimos partidos, luego cobré un penal y desde ahí quedé con la oportunidad de patear”, señaló.
“Cuando se hacen las charlas técnicas, se le dicen al profe las personas disponibles. En este caso había tres compañeros que podíamos, y uno de ellos no estaban en el terreno. El que toma la decisión de cobrar soy yo, en el momento yo soy el que asume la responsabilidad de cobrarlo”, agregó.
También dio su versión sobre la forma en que cobró el penalti, suave y a la izquierda, con lo que permitió el lucimiento del portero Kevin Mier.
“Al frente del penal, (Danovis) Banguero ya me conocía y le indicó a Mier para donde iba. El arquero me señalaba su lado derecho. Yo le digo que se lo voy a tirar para allá y decido patear para donde cobré las últimas dos veces, Mier se juega, intuye y adivina el lado", expresó.
Daniel Cataño
Luis Eduardo Noriega. Efe
Cataño explicó el gesto que hizo hacia la tribuna luego de que el árbitro Andrés Rojas lo expulsara del partido. "La señal fue hacia mi familia, porque en occidental baja estaba mi familia y sabía lo importante que era para ellos este momento. Cuando voy a patear el penal lo que pensaba era 'Lo meto y voy y corro y abrazo a mi familia'; yo decía para mí que iba a ser un momento bien bonito, pero todo cambió. Cuando salgo expulsado, yo le hago ese gesto a mi familia porque yo sabía lo que se venía, han sido los más afectados".
El jugador del Tolima dijo que las últimas horas, más allá del gesto en el juego contra Flamengo, han sido complicadas. "Nos ha tocado pasar por un episodio fuerte, les ha tocado fuerte con las amenazas, con los insultos. Ayer (jueves) en el estadio, a mi esposa le tocó aguantar la rabia. Le dije que tenía que estar tranquila. He recibido insultos y amenazas, nos toca quedarnos en la casa para evitar y no tener inconvenientes con nadie porque está reciente la situación. Nos ha tocado organizar para que alguien se quede con mi esposa, a mis suegros les ha tocado ayudarlos".
Ante las acusaciones de algunos hinchas de que se había vendido por ser antioqueño, Cataño respondió: "Uno entiende la pasión del hincha y todo lo que estaba en juego, se manejaba mucho morbo porque Tolima venía siendo el papá de Nacional, por decirlo asó. Al hincha lo que le digo es que no lo hice de mala fe, solo cobré para donde más seguro me sentía, no le hice ninguna seña a Mier para donde iba, Banguero fue compañero mío y sabía un poco para dónde iba. Son cosas que pasan, no me vendí, solo quiero seguir jugando al fútbol y aprovechar el talento que Dios me dio".
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Cataño reconoció que el ambiente en el vestuario, después del partido, fue muy duro: "En el camerino no pasó nada más de la rabia del momento, sentí el respaldo del profe, de la mayoría de los compañeros porque tuvimos mucha calentura, pero al otro día todos nos miramos a la cara y nos pedimos disculpas por lo que nos dijimos y le dimos vuelta a la página, porque estábamos pensando en el partido con Flamengo".
El mediocampista negó que tenga ofertas de otros equipos. En redes sociales se habló de un interés del Junior. "Yo tengo contrato vigente con el Tolima hasta junio de 2023. Estamos disputando una copa importante y hay muchas cosas en juego, no depende de mí, estamos tranquilos, esperando a ver cómo avanzan estos días. Esto acá no acaba, simplemente es un aprendizaje, son momentos que ha tocado vivir, lo vivió Aldair con Nacional, Jarlan con Junior y no es el fin de uno como deportista, toca levantarse y si se puede hacer en esa misma ciudad sería muy bueno, pero si toca dar un paso al costado, la decisión se tomará en conjunto".
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