—Tranquila, Niña Tulia,
que la pelea no es con usted!
—¡Más hijue… eres tú!
La Niña Tulia, la mamá del boxeador Javier Durango, El Flecha, es un personaje salido de la aguda e irónica pluma del ya fallecido David Sánchez Juliao. Pero él, seguro, no inventó mucho. La Niña Tulia era una matrona popular costeña, cordobesa, cantaletuda, con boca de dragón. Una comprapeleas de “pretil a pretil”, tanto que el mismo El Flecha decía que cuando ella muriera, el entierro sería doble: “Sí, mano: un ataúd talla médium para ella y su cuerpo, y otro king size para su lengua”.
Somos ese país. Solo hay que darse una pasadita por Twitter: la efervescencia de opinión, el insulto fácil y la polarización tan marcados en otros delicados asuntos nacionales se replican igualito en el fútbol. No puede ser distinto. Somos los mismos.
Al parecer, resulta que ahora hay que ser queirocista o pekermanista para analizar al equipo o que hay que estar en el oficialismo o en la oposición para contar e interpretar un partido. Por sí solo, eso ya desfigura cualquier comentario.
Uno: el fútbol colombiano, la Selección Colombia, no empezó ni terminó con Pékerman, ni tampoco comienza ni finalizará con Queiroz. Dos: Pékerman devolvió a Colombia a dos mundiales consecutivos, logró la mejor participación histórica de la Selección en una Copa del Mundo (Brasil 2014) y logró un tercer puesto en la Copa América. ¡Bien! Tres: Queiroz tiene los méritos y las capacidades para repetir eso e intentar algo más. Es un técnico competente para el equipo. Miren: llega a la Selección con una hoja de vida más pesada que la que presentó Pékerman en su momento.
Pero así como hay algunos que gobiernan con retrovisor, otros comentan con el mismo espejo en esta polarización futbolera.
Esta Selección Colombia que quedó eliminada de la Copa América en cuartos de final no hizo el oso, no pasó vergüenzas; tuvo una muy buena primera ronda, al punto de que se convirtió en favorita para pelear por el título y tuvo un partido contra Chile de lucha y temple; de grasa, trapo y llave de tuercas. Eso no significa que Chile, siendo superior –porque lo fue–, le haya pasado por encima.
Dije antes del partido, en este mismo espacio, que el partido era tan equilibrado, tan mano a mano que una Niña Tulia me gritó en las redes: “¡Tibio hijue...: diga que tiene que ganar Colombia!”. Todo es tan igual.
Los odiadores del pasado aseguran que esta eliminación contra Chile en penaltis es magnífica comparada con la sufrida en el Mundial contra Inglaterra, también en penaltis. Así estamos de locos... ¡Pucha! Supongan que Tesillo no falla el penalti. Hoy, todos hablarían de lo táctico que fue el equipo, de lo solidario en defensa, de lo luchador y valiente, de que cuando toca meter, pues toca meter... Los profetas (acomodados) del pasado, eso somos. ¡Bah! Y nos acomodamos (hablo como gremio) por el resultado, que, como también escribí antes del juego, sería el meridiano definitivo de la Selección.
Los mismos jugadores que le ganaron 2-0 a Argentina fueron tratados de cracs, y su DT, de mago: “rescató a Medina”, “redescubrió a Tesillo”, “es un experto, estudioso, riguroso y detallado...”.
Los mismos jugadores que igualaron 0-0 contra Chile y que perdieron por un penalti de desempate ya no servían: “¡cómo es posible que esté Medina!”, “¡de cuándo a acá Tesillo es lateral y patea penaltis...!”, y no faltó la Niña Tulia que gritara: “¡Más hije...”.
A Uruguay, otra favorita, le pasó algo peor, aunque similar, contra Perú. Llevó el tren del partido, tuvo opciones claras para ganar, y la sacó en penaltis un equipo que venía goleado y dizque medio muerto. ¡Y su máxima figura falló el penalti! ¿Uruguay es una murga? Obvio que no.
La Selección Colombia es lo que es, con los jugadores que tiene, con James Rodríguez como el único capaz de destrabar un partido, y cuando él no puede hacerlo, pues el equipo se atasca como se atascó en el Mundial de Rusia y contra Chile, y que tiene un técnico competente con acento defensivo. Estamos para esto: para clasificar a un mundial y tratar de llegar a cuartos de final, y para pelear entrada a una semifinal de la Copa América.
Y estoy seguro de que por asegurar esto, varios me dirán lo mismo que gritó la Niña Tulia...
Meluk le cuenta...
GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
En Twitter: @MelukLeCuenta
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