Tremendo estreno oficial de Carlos Queiroz con la Selección Colombia, tremendo partido de los 14 jugadores que estuvieron en la cancha de la Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía, tremenda victoria 0-2 sobre Argentina –¡por fin, por fin, el mal solo duró casi 12 años!– en el espectacular debut de la Copa América.
Un partido en ráfagas de hombría, calidad, orden e inteligencia, como los que vimos en el Mundialazo del 2014, también en Brasil, y en el triunfazo 0-3 sobre Polonia el año pasado en el Mundial de Rusia.
¿Por dónde empezar? Sin duda por el tesón, por la actitud, por la seriedad, por el orden, por el elevadísimo nivel individual de todos: Barrios, primero; Roger, después (que entró rápido por el lesionado Muriel), y, tras ellos, Cuadrado (de magnífico primer tiempo), Uribe, Ospina, Medina, Mina, Dávinson, Tesillo, James, Lerma, Duván y Falcao.
Hay que seguir por el técnico, que ha insistido que no le importan los módulos tácticos que se repiten como dar la cédula, porque lo que le interesan son los “procesos defensivos y ofensivos”, término que se pondrá de moda, seguro, entre la ‘intelectualidad’ del fútbol local. Las variantes tácticas defensivas pasan de una a otra basadas en la solidaridad conjunta del equipo para hacer las tareas y mantener el orden.
Las variantes tácticas ofensivas empezaron con la doble posición de Cuadrado por dentro y por fuera, por el ida y vuelta de Uribe, Lerma o Tesillo; por Roger de la izquierda al centro, de Falcao entrando y saliendo... ¡De la presión ! Colombia fue absoluta en el primer tiempo: pelota, panorama, posición, posesión, personalidad, pase, ¡y presión! Para los chicaneros de las ‘pes’ del fútbol, en ese primer acto solo faltó precisión para patear a puerta y, pues, producir más pegada a gol.
El segundo tiempo cambió. Argentina equilibró el medio campo con el ingreso de De Paul por Di María y adelantó las líneas. Puso el juego en campo rival, y Colombia sufría el partido. Ospína sacó, de manera impresionante, dos pelotas y Messi falló un cabezazo en la cara del arco. Me acordé del famoso 5-0 cuando Córdoba salvó el 0-0.
Y, cuando Colombia estaba contra las cuerdas en el minuto 71, el genio de James hizo un cambio de frente descomunal, de lado a lado del campo, y de 50 metros le dejó el balón en el pie a Roger, que enganchó y reventó la red con un balón de fuego. 1-0. Argentina no se levantó más. El golpe de gracia le llegó en el minuto 86, con carrera de Roger, descolgada y centro de Lerma y puntillazo de Duván. Tremendo debut, tremendo triunfo –¡por fin, por fin!– sobre Argentina.
Gabriel Meluk
Editor de Deportes
@MelukLeCuenta