Mi experiencia, mis 13 Juegos Olímpicos me dan la suficiente autoridad para decir que el botín que ha logrado la delegación colombiana hasta el momento en estas justas de Río de Janeiro son las mejores en la historia.
Los dos oros y las dos platas que lleva el deporte colombiano en Brasil me confirma que el progreso ha sido importante. He tenido la fortuna de verlo crecer en cantidad y calidad, relatando y escribiendo desde la primera medalla con Helmut Belingrodt (plata en Los Ángeles 1984) hasta la cosecha de Londres hace 4 años, pasando por la primera medalla de oro con María Isabel Urrutia en Sídney 2000 y ahora lo que ocurre y ocurrirá en Brasil 2016.
Afirmo que el talento y la capacidad han existido siempre en nuestros hombres y mujeres, como lo demuestra lo alcanzado hasta ahora y si miramos a Tokio 2020, pues seguro que nos aguarda un mejor futuro.
Yo estuve ahí…en México 68 como deportista (ciclismo) y...aquí estoy en Brasil 2016, cumpliendo mi cita número 13 con los Juegos Olímpicos, gracias a la vida y el trabajo en esta maravillosa profesión del periodismo deportivo.
Tengo que afirmar que esta actuación de Colombia en Brasil es el resultado de una ardua lucha, no solo de los deportistas, quienes son los principales actores, sino de un cúmulo de cosas que no hay que dejarlas pasar, como, por ejemplo, el apoyo y el seguimiento que se les ha hecho.
Lo de Ibargüen es para destacar, es la mejor del mundo en el salto triple, ella y Óscar Figueroa, con sus metales dorados, así como la judoca Yuri Alvear y el boxeador Yuberjen Martínez, se han encargado de darle una alegría al pueblo colombiano. Los Juegos no se han acabado y la esperanza de obtener más preseas está latente, con el ciclista Fernando Gaviria, con Mariana Pajón en BMX, Jackeline Rentería en lucha y Óscar Muñoz en taekwondo, por lo que digo que los resultados de la delegación nacional pueden ser más importantes que lo que hasta el momento hay.
He presenciado en cada ceremonia de inauguración y clausura la más genuina expresión social y cultural del país organizador, lo que hace a cada una de ellas incomparable, desde las fastuosas expresiones folclóricas México 1968 y Brasil 2016 hasta las pomposas y rígidas - rayando en la perfección- de Pekín y Múnich pasando por las cinematográficas de Los Ángeles 84 y Londres 2012.
En estos 48 años de Juegos Olímpicos les he hecho seguimiento a los atletas nacionales y resalto que las victorias en las anteriores ediciones han sido importantes, claves para el progreso, para decir que vamos bien, pero lo de Brasil ha superado todos los pronósticos y nos dice que lo que viene será mucho mejor.
HÉCTOR URREGO CABALLERO
Para EL TIEMPO*
*Periodista de RCN Radio