Si hay algo en particular del Tour de Francia de los últimos años es que dos corredores de Eslovenia, Tadel Pogacar y Primoz Roglic, un país que tiene muy poca historia en el ciclismo del mundo, se han peleado el título y este año se ve que no será la excepción.

Tadej Pogacar celebra su triunfo en la cuarta etapa del Tour de los UAE.
Giusseppe Caccace. AFP
Pogacar es el que ha mantenido la regularidad y la supremacía sobre un Roglic que no ha podido con su compatriota, pues dos veces lo ha dejado fuera de foco.
El talentosos ciclista del UAE Emirates llega al Tour, que arranca en Copenhaguen, con una contrarreloj de 13 kilómetros, como el máximo favorito, el imbatible, al que todos le buscarán su punto de quiebre, y uno de ellos será Roglic.
A sus 23 años, Pogacar llega a la disputa de su cuarta grande en las mejores condiciones posibles. Dos veces ha corrido el Tour y en ambas ha batido a sus rivales; 2020 y 2021, y con sobrados méritos.
Llega, esta vez, con 4.121 kilómetros y 24 días de competencia, suficiente para liderar el favoritismo en la competencia francesa.
Ha sido campeón del UAE Tour, prueba en la que ganó dos etapas. Luego se impuso en la clásica italiana Strade Bianche, ganó dos etapas y la general de la Tirreno-Adriático, fue quinto en Milano San Remo y fue el campeón Tour de Eslovenia, el que dominó a su antojo con dos victorias parciales.
Esta vez ha tratado de armar a un equipo fuerte, pero sufrió una baja clave por covid-19. La ausencia de Matteo Trentin debería de sentirse, pues era el hombre clave en el llano y en la jornada de pavé.
En su reemplazo llegó Marc Hirschi, más por tapar un hueco que por otra cosa, pues su nivel no ha sido el mejor este año. Era el suplente. El talón de Aquiles del actual campeón en este, que hay mejores equipos, pero así les ha ganado en los dos últimos años.

Primoz Roglic, ciclista esloveno.
Tim de Waele. Efe
Roglic, por su parte, llega con sangre en el ojo. No ha podido ganarle a Pogacar, le ha sido esquiva la victoria en el Tour, pues fue 38 en el 2017, cuarto un año después, segundo en el 2020 y el año pasado tuvo que retirarse caída en la novena etapa, por una caída que le dejó secuelas.
El corredor del Jumbo Visma y de 32 años, asume el Tour casi en las mismas condiciones de su compatriota, pues hasta hoy y en la presente temporada tiene 4.127 kilómetros y 26 días de competencia.
Los resultados poco le ayudan. Una lesión en la rodilla derecha no lo ha dejado hacer su preámbulo al Tour de la mejor manera. Sin embargo, fue tercero en París-Niza, octavo en el País Vasco, prueba en la que comenzaron los dolores en la extremidad, y se impuso en el Criteiurm Dauphiné, carrera en la que tenía rivales de poco peso.
Si bien hay dudas de su nivel, de su salud por la rodilla, tiene un equipazo. Wout van Aert y Jonas Vingegaard, segundo el año pasado, le pueden dar una mano y hasta lucharle a Pogacar.
Sobre todo Vingegaard, que puede volver a pelear el título, como lo hizo el año pasado, por lo que el Jumbo tiene el poderío no solo en Roglic, sino en los otros dos corredores nombrados.
"Somos un equipo fuerte con muchas buenas individualidades. Con todo el tiempo que trabajamos juntos, haciéndolo de la mejor forma posible, creemos que podemos vencerlo", dijo Roglic, y en eso tiene razón.

Primoz Roglic (der., segundo), Tadej Pogacar (centro, campeón),; Richie Porte, tercero, los mejores del Tour de Francia.
EFE
Pogacar les ha ganado ‘solo’, en los cabeza a cabeza los ha rematado, y este año esa parece ser la consigna. Se sabe que en el mano a mano, si está bien, es imbatible, por eso las estrategias y las segundas cartas serán claves y en eso el Jumbo tiene las de ganar.
Roglic es fuerte al reloj, sube de la mejor manera en la montaña, pero Pogacar hace bien las etapas al reloj y es un sensacional escalador, por eso es que se hace necesario combatirlo de otra forma y en eso Roglic y el Jumbo, además del Ineos de Daniel Martínez, ya deben de tener el antídoto.
Lisandro Rengifo
Redactor de EL TIEMPO
@lisandroabel
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