El ciclismo colombiano entró a la era de la modernidad, no solo las victorias se dan en pruebas de tres, dos y una semana y en la montaña, sino que últimamente, gracias a Fernando Gaviria, se está cerca de un triunfo en carreras de un día, las llamadas clásicas, de las que poco se sabe en el país.
EL TIEMPO consultó a los italianos Paolo Bettini y Michele Bartoli y al español Ígor Astarloa, reconocidos clasicómanos (como se les conoce a los especialistas en carreras de un día), quienes advirtieron de la importancia en esta clase de ciclismo.
“Son pruebas de gran historia y que las han ganado grandes campeones, como Eddy Merckx y Bernard Hinault, por citar solo dos. Algunas de ellas son más antiguas que el Giro, que el Tour, por eso es que ganarlas da categoría. Si en los fondistas triunfar en una grande es lo máximo, para nosotros los expertos en pruebas de un día el título en una clásica es similar”, dijo Bettini, quien se impuso en la Lieja Bastonia Lieja 2002 y 2003, ganó la Milán-San Remo en el 2003 y el Giro de Lombardía en el 2005 y 2006.
Bartoli coincide con su compatriota. “Ganar una clásica tiene un valor monumental, se entra a la historia de los grandes ciclistas del mundo. Un triunfo en alguna es como ganar el Giro, el Tour en un día. Son carreras de tradición y quedar en ese libro es fantástico. Yo siempre soñé con ganar y lo hice varias veces”, declaró Bartoli, quien se impuso en el Tour de Flandes de 1996, en la Lieja de 1997 y 1998, en Lombardía del 2002 y 2003, la Amstel Gold Race de 2002 y en la Flecha Valona de 1999.
Este año en el calendario del World Tour hay 20 carreras de un día y hay dos grupos de competencias marcados por su tradición.
El primero, los cinco grandes monumentos: Milán-San Remo, que ganó Michal Kwiatkowski, en la que Gaviria fue quinto; Tour de Flandes (2 de abril), París-Roubaix (9 de abril), Lieja (23 de abril) y Lombardía (7 de octubre). Se llaman así por el duro recorrido, la extensión, más de 200 km y por lo longevas. Y en el segundo están las clásicas de las Ardenas: Amstel Gold Race (16 de abril), Flecha Valona (19 de abril) y Lieja, la única que está incluida en los dos grupos.
“Es como ganar una carrera de tres semanas, porque es el objetivo de cada corredor, del especialista, como yo. Me hice al Mundial de Ruta del 2003 y ese mismo año me impuse en la Flecha Valona. En Europa, los equipos de ciclismo se arman con corredores para disputar las pruebas de tres semanas y los clasicómanos, se busca el equilibrio porque son importantes”, precisó Astarloa.
De las clásicas famosas, Lieja se corrió por primera vez en 1892 y la París-Roubaix en 1896, son más viejas que el Tour, Giro y Vuelta a España.
“El sentimiento del ciclista es diverso, en una gran carrera hay que correr tres semanas, es duro, pero la clásica es más explosiva, se necesita de más concentración, porque se corren más de 200 kilómetros a toda velocidad y hay que tener cuidado de una caída o de tus rivales, que te pueden atacar en cualquier momento”, aseguró Bartoli.
Para Bettini, la gran diferencia entre las clásicas y las demás competencias es que no hay lugar para la revancha. “En esta clase de carreras solo tienes una oportunidad para ganar, en el Giro, Tour o Vuelta tienes 3 semanas para buscar el triunfo”, dijo el campeón mundial de ruta del 2006 y 2007.
Colombia ya ha ganado
A pesar de sonar poco en el país, Colombia ha tenido figuraciones en estas clásicas, la más importante fue la victoria del año pasado de Esteban Chaves y el tercer puesto de Rigoberto Urán en Lombardía.
En el 2013, Sergio Henao fue segundo y Carlos Betancur tercero en la Flecha Valona, todos corredores que se defienden muy bien en competencias de esta clase, pero no son los únicos. “Gaviria va a ganar pruebas de un día, ya lo hizo en la Milán-Turín del 2016. Es muy rápido. Puede vencer en cualquier clásica, incluso en el pavé. Pedalea bien, tiene fuerza en el remate, arriesga y es un embalador completo”, aseguró Bartoli.
“Es clave tener un gran equipo a tu alrededor, porque no puedes con todo. Hay que estar atento a muchas cosas, a si se arma la fuga, si tus rivales atacan y sacan diferencia. Hay momentos en los que se debe tener la cabeza tranquila y ahí el equipo entra a jugar, porque a uno lo arropan, lo ayudan y lo dejan listo para rematar el día en el final. Veo bien a Gaviria”, dijo Bettini.
LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @LisandroAbel