No es tan difícil hablar de Mariana Pajón. Creo que la gente la conoce, sabe de su profesionalismo, de lo que ha sacrificado por ser la mejor. En el país tiene un nombre, se ha ganado un cupo dentro de los mejores de la historia y eso lo dice todo.
Cuando ganamos las medallas estábamos felices, pero hay una gran diferencia: mariana lo hizo desde el principio, dominado la carrera y a mí me tocó esperar hasta el último instante a que me confirmaran que era el bronce en los Juegos Olímpicos de Río.
Mariana es una deportista excelente en lo que hace. Esos múltiples títulos mundiales, lo que ha ganado en los Juegos Olímpicos, pues no es cosa del azar. Ella se ha impuesto varias metas y siempre las ha cumplido. Es un orgullo para el país, para el deporte colombiano y para el BMX de nuestra nación. Es muy profesional, consagrada y es fácil que nosotros, como sus compañeros de equipo, la admiremos.
Dominó las series en Río de Janeiro a su antojo y eso para las rivales fue un golpe, aunque uno en cada competencia quiere hacer lo mejor, pero en la final ellas se vieron superadas por Pajón.
Es increíble cómo maneja la presión, esa presión a la que todos los deportistas tememos y tenemos, pero Pajón utiliza su inteligencia para hacerle el quite, como lo hace en una curva o en un peralte. Sea la competencia que sea, a Mariana nunca se le nota que tiene presión, tal vez la lleve por dentro, pero la ha sabido manejar, controlar.
¿Qué le hemos aprendido?, pues fácil: su profesionalismo, nunca deja nada pendiente y siempre soluciona sus problemas. Nunca se ve de mal genio y cuando no puede ganar, lo toma con serenidad y analiza lo que pasó para mejorar. Entrenar con ella es bastante bueno, porque cada vez que estamos a su lado aprendemos más. Con el resto del combinado nacional es una persona bien, como se dice, es un ícono del grupo, es la referente, se integra bien, no es problemática ni arma problemas en un vaso de agua, es un ejemplo para nosotros. En un deporte individual como en BMX ella nos hace olvidar eso, porque para Mariana es importante que todo el grupo esté y sea feliz con lo que hace. Esa felicidad es contagiosa, por eso las dos medallas que se ganaron en Río no son solo nuestras, es de un equipo y ella es la gran maestra.
CARLOS RAMÍREZ
CICLISTA DE BMX
Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río