Si bien la buena noticia del pasado Mundial de Ciclismo de Bergen, en Noruega, para el país fue la confirmación por parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI) de la realización de una carrera 2.1 para el 2018, en la que podrán participar los mejores equipos y ciclistas del mundo, también se informó que la Vuelta a Colombia no fue inscrita en el calendario internacional y no formará parte del circuito 2.2.
Jorge Ovidio González, presidente de la Fedeciclismo, aclaró que la Vuelta no se acabará, que el año próximo se ampliará a 15 días (se hará del 18 de agosto al 2 de septiembre) y que los equipos tendrán 10 corredores. “Con la Vuelta en la categoría 2.2, la carrera era distinta. El juzgamiento era extranjero, invitábamos a equipos que no eran tan fuertes, se hacía con menos etapas; ahora todo será distinto, con la misma idea de que la Vuelta es de los colombianos”, señaló González.
EL TIEMPO consultó a varios integrantes de la caravana del Clásico RCN, cuya mayoría se mostró de acuerdo con la decisión de que la Vuelta a Colombia no sea inscrita ante la UCI.
La carrera no marcaba ninguna diferencia. Los equipos extranjeros que invitaban no eran buenos y sí les quitaban cupos a los locales
“La carrera no marcaba ninguna diferencia. Los equipos extranjeros que invitaban no eran buenos y sí les quitaban cupos a los locales. Que ya no sea 2.2 sirve para que más escuadras nacionales puedan competir”, dijo Juan Pablo Suárez, corredor del EPM, quien defiende hoy el liderato del Clásico RCN.
Y agregó: “La carrera será más grande, de más días, y eso dará la oportunidad de pelear más por el título. Ganar la Vuelta seguirá siendo un objetivo principal de nosotros los ciclistas”.
El técnico del equipo Boyacá es para Vivirla, Oliverio Cárdenas, coincidió con Suárez, pues para él no cambia nada que la prueba no tenga categoría.
“Daba lo mismo. La idea buena sería que comercialmente la Fedeciclismo amarrara a los patrocinadores con los dos eventos, pero que la Vuelta haya salido del calendario UCI conviene a las escuadras que no son Continentales y que no podrán correr la 2.1”, dijo Cárdenas.
El estratega añadió: “La Vuelta es de los colombianos, no perderá la tradición de ser una prueba dura de dos semanas para que se muestren nuestros ciclistas”.
Miguel Rubiano, corredor del Coldeportes Zenú Claro, y que estuvo 10 años en el ciclismo de Europa, donde participó cuatro veces en el Giro de Italia, en el que ganó una etapa en el 2012, y corrió una Vuelta a España, respaldó la decisión.
Como están las cosas, no cambia mucho. Ser o no 2.2 no indica nada, no se pierde el prestigio, sigue con el mismo
“Como están las cosas, no cambia mucho. Ser o no 2.2 no indica nada, no se pierde el prestigio, sigue con el mismo. Les dará la opción a los que no pueden correr la 2.1 de estar en la Vuelta, con un mejor recorrido, más días de competencia y sin extranjeros que venían y no rendían”, señaló Rubiano.
José Serpa no piensa lo mismo. El ciclista del equipo Súper Giros se salió del molde y criticó la determinación de la Fedeciclismo.
“Es una tristeza grande, muy grande que la Vuelta a Colombia no esté inscrita como 2.2. Eso ayuda a que pierda mucha más fuerza. Que haya una 2.1 no es disculpa. Ahora, ganar la Vuelta es igual a ganar un chequeo”, enfatizó Serpa, quien también corrió en Europa durante 10 años.
La Fedeciclismo confirmó que la Vuelta a Colombia del 2018 se realizará del 18 de agosto al 2 de septiembre. La carrera pederá importancia en el concierto internacional y tratará de ser más sólida en el local.
LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @LisandroAbel
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