La tan esperada última semana del Giro de Italia ha llegado. Viene montañosa, dura y será definitiva. Se estrena este martes con una etapa mítica, de las que se denominan cinco estrellas, de esas que el mundo del ciclismo aguarda ansiosamente para gozar con las batallas de los protagonistas, en este caso, de un Tom Dumoulin que se ha visto sólido en el liderato, de un Nairo Quintana que tendrá que aprovechar su terreno y tumbarle segundos, de un Thibaut Pinot que no dará su brazo a torcer y de un Vincenzo Nibali que no ha dado la cara en esta edición 100 de la carrera.
La jornada será de 222 kilómetros interminables, con una buena tanda de terreno de ascenso, pero no cualquier subida, porque el reto será superar premios de montaña de primera categoría de gran exigencia, como el Mortirolo y el Stelvio, la Cima Coppi de esta edición, que tendrá que escalarse en dos ocasiones, la última de ellas en el Giogo di Santa María.
Será una jornada en la que el que pierda la rueda no tendrá dónde recuperarla, porque después del kilómetro 59 comienza el sube y baja constante, sin terreno llano, ideal para el recorte de tiempo.
El Mortirolo tiene su historia, su magia, y allí se vivirán los primeros intentos de escapadas, los primeros arranconazos para intentar dejar a Dumoulin sin sus gregarios, para verlo solo e indefenso.
Y allí se comenzará a escribir una nueva historia en el Giro, porque los 12,6 kilómetros de subida no dan pie para el descanso, para dejar de pedalear. La cima estará a 135 km de meta. Un descuido, un parpadeo y se pierde el año, porque el descenso será de 14 kilómetros y, de inmediato, comenzará la subida mítica, la primera al Stelvio, el gran gigante, allí donde ‘las águilas se atreven’.
Tom Dumoulin espera los ataques de sus rivales, pero dijo que se encuentra bien preparado para el reto de este martes.
AFP
Allí, también después del día de descanso y a comienzos de la última semana del Giro 2014, Quintana dio el golpe de mano para ganar la carrera. Fue una etapa polémica, porque varios técnicos aseguraron que Quintana y el Movistar atacaron cuando los comisarios de la prueba ordenaron bajar del Stelvio de forma controlada, pero el boyacense no lo hizo, se voló, ganó la etapa y llegó al liderato.
Con ascensos largosLa cima está a 76,5 km de meta, ideal para atacar, para sacar ventaja, sitio señalado para Nairo, a quien le vienen bien las cuestas largas. El descenso también tendrá mucho que decir, pues son 25 kilómetros de uno bastante técnico, con curvas pronunciadas. Luego se encontrarán las primeras rampas de la segunda subida al Stelvio, esta vez por el lado suizo, desde donde se emprenderá el ascenso de 13,4 km y con la meta ubicada a 20 km.
El mal clima en esta última semana no es amenaza de suspensión de ninguna etapa, y es lo mejor. Este año, el Giro ha contado con sol, sin lluvia, frío ni nieve, lo que hace que las carreteras se pongan más complicadas. Nairo Quintana se frota las manos desde antes del Giro y ahora que llega su terreno, las subidas que le vienen bien y en las que tiene que sacar la diferencia, deberá responder.
Este martes debe comenzar el recorte de tiempo de Quintana, no hay que darle más largas al tema, hay que poner contra las cuerdas al líder; por eso, los ataques de lejos se hacen necesarios, y tiene terreno dónde hacerlo. Entonces, que llegue la fiesta, bienvenido el espectáculo y que las piernas del colombiano respondan a la denominación de mejor escalador del mundo.
Hay que recuperar esos 2 minutos 41 segundos que le tiene Dumoulin en la general y aumentarle un tiempo similar para llegar tranquilo el domingo. Hoy, en el martirio alpino, Nairo deberá comenzar a escribir una nueva historia, no hay un mañana.
'Será una muy dura jornada en la que se puede pagar el desgaste’Nairo Quintana (Movistar) tratará de superar los 2:41 minutos de retraso respecto al líder del Giro, el holandés Tom Dumoulin, en la decisiva semana que se avecina con los grandes puertos y la crono de la última jornada. El lunes, en la rueda de prensa, se mostró convencido de que “se puede ganar la ‘maglia’ rosa”.
“Hemos estado en estas situaciones ya varias veces; unas nos han salido bien y otras no, pero siempre damos lo máximo para conseguirlo. Tenemos por delante cinco días en teoría favorables para nosotros. El líder está bien, pero no sabemos cómo puede reaccionar ante este recorrido”, explicó.
Tenemos un gran conjunto y confió en todos mis compañeros. La de este martes es una jornada muy dura en la que seguramente se puede pagar también el desgaste de lo que va de Giro
"Por nuestra parte, tenemos un gran conjunto y confió en todos mis compañeros para luchar por el triunfo. Estamos convencidos de que podemos hacerlo. La de este martes es una jornada muy, muy dura en la que seguramente se puede pagar también el desgaste de lo que va de Giro”, afirmó Quintana. Sobre el líder, el boyacense recordó la actuación de Dumoulin en la Vuelta a España 2015, donde ganó la crono y luego estuvo con los mejores escaladores.
“Solo le vimos reventar el último día en una gran montaña. Aquí hemos tenido ya puertos de exigencia y se ha defendido bien. Para mí la sorpresa no es que esté ahí, sino cómo está andando, y sin debilidad”, concluyó.
Lisandro Rengifo
Redactor de EL TIEMPO
@LisandroAbel
