El colombiano Fernando Gaviria y el italiano Elia Viviani serán dos de los principales protagonistas de la Milán-San Remo, la primera gran clásica del año, el primero de los cinco monumentos.
Tanto Gaviria como Viviani vivirán un duelo aparte, en el que tendrán la oportunidad de demostrar quién es el mejor del mundo en estos momentos.
Además de Gaviria y de Viviani, la competencia tendrá a hombres fuertes como Peter Sagan, Alejandro Valverde, Michal Kwiatkowski, Sam Bennett, el actual campeón, Vincenzo Nibali, y Julian Alaphilippe, para nombrar los más fuertes.
La rivalidad entre Gaviria y Viviani se traslada al ciclismo de pista. Ambos colosos de los últimos 200 metros se enfrentaron en varias ocasiones, pero hay dos en las que se decidió algo importante. La primera fue en el Mundial del 2015, en París, Francia, en la prueba del ómnium y allí Gaviria superó a Viviani, se quedó con el oro, tras su triunfo con 205 puntos, mientras que su rival se quedó con el bronce, tras acumular 181 unidades.
Un año después, en el 2016, el cuadrilátero fue el velódromo de Río de Janeiro, también en la prueba del ómnium, pero el resultado fue a la inversa, Viviani fue oro olímpico y Gaviria fue tercero.
La rivalidad en la ruta nació en el 2015, también en Inglaterra, en el Tour de Gran Bretaña. Esa fue la primera vez que ambos se midieron en los embalajes y el saldo fue favorable para Viviani, que se impuso en dos jornadas por una del colombiano.
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— Milano Sanremo (@Milano_Sanremo) 22 de marzo de 2019
Valverde, de 38 años, regresará a la competición después de su participación y segundo puesto de la general en el Tour de los Emiratos y estará acompañado en el Movistar por Mikel Landa, quien también vuelve tras la fractura de clavícula que sufrió en la Challenge de Mallorca. Movistar, con ambiciones de victoria con el campeón murciano, se completa con Daniele Bennati, Carlos Barbero, Carlos Betancur, Lluis Mas y Jurgen Roelandts. La nómina de inscritos de la "Classicissima" es de lujo y su recorrido de 291 kilómetros ofrece terreno para infinidad de opciones, si bien la prueba se suele decidir en los últimos tramos con el ascenso a La Cipressa y el Poggio.
En este escenario culminó la victoria el año pasado Nibali, en progresión y dispuesto a repetir en el primer monumento de la temporada. Junto al "Tiburón" aspiran a la gloria el campeón olímpico belga Greg Van Avermaet, segundo en la Omloop y sexto en la Strade Bianche, con ganas de poner su nombre en tan prestigiosa carrera. Pero si hay un equipo con diversas opciones al premio gordo este es el Deceuninck Quick Step, con Alaphilippe al frente.
El ciclista francés llega avalado con 6 victorias en la temporada, entre ellas la Strade Bianche y 2 recientes en etapas de la Tirreno Adriàtico. Su estilo ofensivo y el momento de forma le acredita como candidato número uno. A su lado saldrán a la batalla corredores de nivel como los belgas Philippe Gilbert e Yves Lampaert.
Una cita para fondistas, clasicómanos y embaladores en los 291 kilómetros de recorrido que exigen casi 7 horas encima de la bicicleta. Es la primera gran cita de primavera. La "Classicissima", la prueba más larga del calendario, ofrece unos primeros 120 kilómetros cómodos hasta Ovada, aptos para una fuga, pero luego llega el aperitivo del Turchino (km 142) y su rápido descenso hacia la Riviera Ligure, donde tras 80 kilómetros adicionales de tránsito llano comienzan las ascensiones clave.
Cuando ya duelen las piernas, a partir del kilómetro 230, llegarán los "Capi", Capo Mele (km 239), Capo Cervo (km 244) y Capo Berta (km 252) preceden a la Cipressa (km 269), una cota de 5,8 kilómetros al 4 por ciento de desnivel que empezará a seleccionar a los favoritos. Después de superar el descenso llegará el momento clave del Poggio, de solo 3,7 kilómetros al 3,7 por ciento, convertido en un muro al transitar el pelotón por el km 285. Los que sean capaces de abrir hueco y aguantar el ritmo al final tendrán mucho ganado, de lo contrario imperará la ley del más veloz.
LISANDRO RENGIFO
Periodista de EL TIEMPO
En Twitter: @LisandroAbel