Una vez más quedó demostrado que el reglamento de la Unión Ciclista Internacional (UCI) sirve para cargarlo en un maletín, porque no se aplica al pie de la letra. Este martes, en la final del keirin, el jurado de comisarios se equivocó y benefició a tres ciclistas y perjudicó al resto de ellos que luchaba por las medallas, entre ellos al colombiano Fabián Puerta, que terminó de quinto.
En esta carrera, la moto se pone al frente del lote, gira en cinco oportunidades, se quita y los pedalistas embalan en los tres giros siguientes para definir el podio. Sin embargo, la moto no había abandonado la pista y el británico Jason Kenny y Azizulhasni Awang (de Malasia) se adelantaron.
El reglamento es claro, y en el punto 3.2.140, dice que si uno o dos ciclistas superan la rueda trasera de la moto antes de que esta abandone la pista, la carrera se debe parar y para reiniciarla deben quedar por fuera los pedalistas que hayan cometido la falta.
En el velódromo de Río de Janeiro no pasó eso. El jurado de comisarios se reunió, estudió el caso, pero decidió que los dos ciclistas continuaran en competencia.
Los seis integrantes de la final cumplieron el reglamento, y todo transcurrió normalmente. El oro fue para el británico; la plata, para Matthijs Buchli (Holanda), y el bronce se lo colgó el corredor de Malasia. Puerta se esforzó, pero entró a la última parte de la carrera encerrado y acabó en la quinta casilla.
“Las reglas son para cumplirlas. Me parece mal lo que hicieron, me he visto perjudicado varias veces por esto, pero nada, esta es la pista”, señaló el colombiano.
Puerta llegó bien a la final, en las series anteriores se acomodó en su bicicleta a la pista y logró su cupo, pero la medalla se escapó.
“Estaba muy tranquilo, todo el día estuve muy tranquilo, fue la carrera que mejor he afrontado; al final tuve una mala decisión, no tuve cómo llegar a la punta y quedé de quinto”, precisó Puerta.
El colombiano llegó con ánimos de cerrar un ciclo perfecto, pues logró el oro en esta prueba en los Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos y del Caribe y en los Panamericanos de Toronto, pero no pudo.
“La salida en falso no afecta en nada, es volver a salir de cero y ya. Es un sabor amargo, pero muy contento con este quinto lugar”, concluyó.
LISANDRO RENGIFO
Enviado especial de EL TIEMPO
Río de Janeiro