La polémica arde: ¿Hay mucho respeto por Chris Froome o hubo poca unión de los rivales? Todo, porque en los últimos 14 km de la etapa de este jueves de la Vuelta a España, entre Motril y Dólmenes de Antequera, de 160 km, el líder cambió de bicicleta, se cayó, pero en la meta solo perdió 20 segundos.
Pocos relevos se dieron en el grupo de adelante, en el que iban sus rivales fuertes: Vincenzo Nibali, Esteban Chaves, David de la Cruz, entre otros.
Hubo movimientos fuertes, pero nadie se puso de acuerdo para acelerar, para tratar de sacar más tiempo, no se vio una unión entre los equipos con intereses.
Era el momento ideal para dejar atrás a Froome, la carrera estaba lanzada, la meta estaba cerca, pero no lo pudieron distanciar lo suficiente. Mucho respeto.
Froome llegó a perder 56 s con ese lote en ese momento complicado, pero la ayuda de sus coequiperos, Mikel Nieve y Wout Poels, además de su pundonor, hicieron que el daño fuese poco, solo 20 s, pero pudo haber sido peor. “La carrera iba lanzada y en estos casos a veces se espera. No tenían por qué parar, por lo tanto nada que reprochar”, dijo el compañero de Froome, Mikel Nieve.
“Me enteré de la caída de Froome y no quise tirar, no me pareció correcto”, señaló David de la Cruz, cuarto, quien en el 2018 irá al Sky.
Chris Froome, una vez más, fue el ganador del día, así hubiese perdido tiempo, pues minimizó el mal momento. “La pérdida no ha sido grande y seguimos con opciones de ganar en Madrid”, señaló Froome, que tuvo heridas en su pierna izquierda, sin consecuencias graves.
Este viernes, etapa de 198 kilómetros en terreno llano.
LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @LisandroAbel
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