Tom Dumoulin pasó el día. La etapa de este miércoles entre Tirano y Canazei, de 219 kilómetros, sirvió para recuperar algo y preparar energías para lo que viene, tres jornadas de alta montaña y la contrarreloj del domingo, sobre 29,3 kilómetros.
“Tendremos que sufrir. Nairo y Nibali atacarán. Personalmente, me encuentro mucho mejor. Iré por todo”, dijo el holandés, al terminar la jornada que ganó el francés Pierre Rolland.
Dumoulin y su equipo trabajaron en la fracción. Les tocó llevar el paso de una persecución, pues Jan Polanc, que iba en la fuga, llegó a poner en peligro el liderato, aunque el corredor de 26 años nunca temió por perderla.
“Nunca temí por la camiseta. Sabíamos que otros equipos iban a colaborar. Tardaron, pero lo acabaron haciendo”, precisó el líder del equipo Sunweb.
Por último, en sus declaraciones a los medios de comunicación, Dumoulin reconoció que lo que resta de Giro será muy duro.
“Fue una jornada ‘tranquila’ antes de los Dolomitas, que serán bastante duros. Veremos cómo responden los rivales”, dijo.
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