Los resultados de la temporada del británico Chris Froome no son los mejores, si comparamos lo que hizo cuando quedó campeón del Tour de Francia en el 2013, 2015 y 2016, pero esto no quiere decir que vaya a llegar en inferioridad de condiciones frente a los rivales que tendrá en la competencia francesa desde el próximo sábado.
Este año, no registra ningún triunfo en la general de las cinco competencias en las que ha tomado parte.
Y el líder del Sky tampoco ha podido ajustar una victoria parcial en el 2017. Por eso, si confrontamos los resultados de Froome en los tres años anteriores en los que ha ganado el Tour, los de este año han sido los peores del británico.
Chris Froome terminó de sexto en el Herald Sun Tour en Australia, luego acabó en la casilla 30 de la Vuelta a Cataluña, fue 18 en la Vuelta a Romandía y fue cuarto en el Criterium Dauphiné con grandes interrogantes y llega al Tour del 2017 con 3.689 kilómetros recorridos en 27 días de competencia.
El primer campanazo de su momento se escuchó al terminar la Vuelta a Cataluña, cuando de forma clara y de frente, dijo que cuando llegó a la subida final de la etapa reina no tenía fuerzas y que tenía un problema de salud.
“He tenido algunos pequeños problemas en la parte baja de mi espalda, aunque en carrera lo que me ha pasado es que no tenía piernas. Me queda todavía mucho trabajo por hacer antes del Tour de Francia, pero sé cómo hacer ese trabajo”, dijo en esa ocasión, el primero de mayo.

Sergio Henao, siempre detrás de Froome, respaldando a su jefe de filas.
AFP / Archivo
Los resultados de este 2017 son muy parecidos a los que consiguió en el 2012, cuando fue cuarto en el Dauphiné, no ganó ninguna carrera ni tampoco etapas antes de lograr su segundo puesto en el Tour, tras escoltar en la general a Bradley Wiggins, en ese entonces, el líder del Sky.
Este año, Chris Froome se concentró en el Teide, en Tenerife (España), donde realizó trabajos a una altura de 3.718 metros sobre el nivel del mar.
Con sus preparadores del equipo Sky se puso a punto para el resto de la temporada, más exactamente para el Dauphiné, el principal ensayo antes del Tour.
Llegó a la competencia francesa con la idea de ganarla, pues la prueba se ha convertido para él en un talismán, una cábala, pues en el 2013, 2015 y 2016, años en los que ha logrado el título del Tour, se ha quedado con la general, pero esta vez no pudo.
Froome terminó en la cuarta casilla y a un minuto 32 segundos del sorpresivo campeón, Jakob Fuglsang, y perdió un minuto 23 en la general con su excompañero en el Sky, el australiano Richie Porte, quien fue segundo en la general, pero le ganó al italiano Fabio Aru por solo cuatro segundos y al francés Romain Bardet, segundo en el Tour del año pasado, por 33 segundos.

Chris Froome, ciclista británico.
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“No soy un tipo de supersticiones, que piensa que ganar el Dauphiné da pie para ganar el Tour. Es importante para la moral ganar, pero quiere decir que esté precedido”, dijo el corredor.
En el 2013, cuando consiguió su primer título del Tour, Chris Froome ganó el Tour de Oman, el Criterium Internacional, la Vuelta a Romandía y el Dauphiné y, además, ganó cinco etapas.
Al año siguiente, se retiró, volvió a liderar su equipo en el 2015 con la meta de ganar su segundo Tour y lo logró. Esa vez, Chris Froome obtuvo dos triunfos antes de afrontar la competencia francesa, la Vuelta a Andalucía y el Dauphiné, además de tres triunfos de etapa.
En esa ocasión, llegó al Tour con 4.222 kilómetros recorridos y 27 días de competencia.
El año pasado, consiguió dos victorias antes de ganar el Tour: en el Herald Sun Tour y, otra vez, en el Dauphiné. Llegó a la mejor carrera del mundo con 3.804 kilómetros recorridos en 27 días.
Froome ya tiene 32 años, para los expertos, una edad muy madura, pero también en la que el rendimiento comienza a decaer.
No es igual el Froome del 2013, cuando llegó al Tour con 28 años, en plena madurez física, deportiva, psicológica y con el curso hecho, pues había sido 83 en el 2008 y segundo en el 2012, ya conocía lo que era correr esta competencia.
Sobre el recorrido de este año, Froome dijo: “Es un gran desafío. El nivel de mis rivales es más alto. Creo que lo que más me impresiona es la falta de kilómetros contrarreloj”, señaló. A pesar de todo, llegará a este Tour en busca de retener el título, a luchar por lograr su cuarta corona, porque es el mejor ciclista del mundo, profesional y responsable.
El pasado primero de junio, cuatro días después de haber terminado el Giro de Italia con el título para el holandés, Tom Dumoulin, y el segundo lugar de Nairo Quintana, Froome generó polémica, porque dijo que este año no veía al colombiano como su gran rival.

Chris Froome, ciclista británico.
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“Mis mayores amenazas vendrán de los rivales que no hicieron el Giro, como Richie Porte, Alberto Contador y Romain Bardet. Creo que va a ser difícil para Nairo hacer el Giro y el Tour, aunque podría estar en mejor forma en julio”, señaló.
Por ahora, Froome adelanta sus últimos días de preparación para el Tour de Francia, con la idea de ganarlo, y a pesar de que se ha ido en blanco en esta temporada, sin duda alguna sigue siendo el primer candidato al título.
LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @LisandroAbel