Para ganar el Tour de Francia siempre se habla de que el ciclista debe ser el más completo, de que potencie sus fortalezas y minimice sus debilidades, en cuanto a la variedad de terrenos que debe afrontar. Y en el 2018, la agilidad de los ciclistas deberá ser total porque será una ronda gala con 3.329 kilómetros y una carga de montaña demasiado exigente, con los niveles y porcentajes bastante altos, con un día sobre el pavé de alerta máxima y dos contrarrelojes, una por equipos de 35 km y una individual de 31 km, con un considerable terreno en ascenso. El colombiano Nairo Quintana se verá favorecido, pero el múltiple campeón Chris Froome tiene los dientes bien afilados para ganar su quinto título. Los escaladores natos mandarán la parada.
La ronda gala, que comenzará el 7 de julio en Noirmontier, tendrá tres llegadas en alto y otras cuatro etapas montañosas, pero con final en bajada. El Portet será, además, la meta de una etapa de apenas ¡65 kilómetros! Un formato inédito desde hace más de 30 años para una jornada de alta montaña.
Es válido decir que Nairo salió beneficiado con este recorrido; pero Froome, también. Las tres llegadas en ascenso son largas y con un alto grado de inclinación. ¡Son una pared! Ahí, el ciclista colombiano puede sacar diferencias considerables que le permitan jugar con tiempo a su favor de cara a la contrarreloj del penúltimo día. En la etapa 11 estará el ascenso a La Rosière, de 17,6 km con rampas del 10 por ciento; en la jornada 12 se subirá al mítico Alpe d’Huez, con una ascensión de 16,5 km y un promedio de inclinación del 11,5 por ciento, y, finalmente, una etapa reina de 65 km, tres puertos de montaña, en un total sube y baja. El final será subir 18,5 km al 8,7 por ciento hasta el Col de Portet.
En 2018 mi objetivo principal será #LeTour, recorrido de alta montaña, como me gusta. pic.twitter.com/8EZKqMpQKt
— NairoQuinCo (@NairoQuinCo) 17 de octubre de 2017
Los largos ascensos serán la principal arma de Nairo. Los conoce, y le gusta atacar en ellos. Hablando del Tour, en el 2013 le sacó 1,6 minutos en 12,3 km en el ascenso al Alpe d’Huez a Froome. En el 2015, las diferencias se vieron en dos etapas: en la subida a La Tousuire (19 km) le sacó 30 s, y un día después, en el ascenso al Alpe d’Huez (16 km) le sacó 1 min 20 s. Claro, en esas ocasiones el británico manejó su ventaja y le dio vía libre al colombiano para atacar.
Froome también realizó una larga embestida en el 2015, cuando aventajó por 1,4 minutos a Nairo en la subida a La Pierre Saint-Martin. Serán jornadas para ellos dos.
En el 2018, los finales en alto serán largos para dejar sembrados a sus rivales y no mirar atrás. “Me gusta, son etapas que en ese tipo de recorridos también hemos dado que hablar, y ahí estaremos presentes”, aseguró Nairo Quintana en la presentación del recorrido.
Por su parte, las otras cuatro jornadas de alta montaña, pero que no terminan subiendo, serán de mucho cuidado. Perder la rueda será motivo de preocupación.
No solo las etapas con final en ascenso serán definitivas. La jornada 16, con las subidas a Portet-d’Aspet, Menté y Portillon y descenso final en Bagnère de Luchon, tiene un grado de dificultad tremendo por ser ‘rompepiernas’. Ahí, el abanico de posibilidades se abre al francés Romain Bardet, el italiano Vincenzo Nibali y los hermanos británicos Yates.
Si hay un tema que les ha dado dolores de cabeza a Nairo y al ciclismo colombiano son las contrarreloj. En esta oportunidad, en el tercer día habrá una por equipos de 35 km, en la cual Froome y el equipo Sky tienen la ventaja para comenzar a sacar diferencias.
Sin embargo, en esta oportunidad habrá una crono individual de 31 km con meta en Ezpeleta, pero no será llana y Froome, un superpoderoso en este terreno, no tendrá la ventaja.
Será una jornada con un terreno quebrado que incluye cuatro puertos, uno de los cuales esconde rampas del 20 por ciento. Ahí, Nairo deberá sacar sus dotes de escalador. Ninguna de las anteriores cronos servirá de parámetro, porque esta es diferente.
Esta contrarreloj será a otro precio: Froome no es tan favorito, y Nairo no debería estar tan lejos del británico. El líder del Sky ya no tiene esa crono a su favor y sufrirá más para conseguir su quinta corona.
Otra dificultad estará situada al final de la primera semana. El día de la final de la Copa del Mundo de Rusia 2018. Los organizadores han previsto una buena dosis de carretera adoquinada (21,7 km). Serán 154 km de riesgo puro.
Para los escaladores el peligro llegará en esta etapa, que terminará en Roubaix. Será una jornada para estar bien arropado y muy bien ubicado. Cualquier percance o caída se pagará caro.
En el 2015, Nairo salvó el día en una jornada accidentada y en la que Froome intentó moverse.
Finalmente, hay que decir que los colombianos Rigoberto Urán y Esteban Chaves también tienen posibilidades de competir por el alto terreno montañoso y Fernando Gaviria para ir por victorias en las 8 etapas llanas.
Felipe Villamizar M.
Redactor de EL TIEMPO
@FelipeVilla4
Comentar